Aunque el Gobierno no mantenía relaciones con el Estado vaticano, el recibimiento al Pontífice fue el mismo que el de un presidente
En octubre de 1979, un año después de su elección al papado, Juan Pablo II realizó su primera visita pastoral a Estados Unidos, la que concluyó con una ida de dos días a Washington, D.C. y su entrada a la Casa Blanca, un hito en la historia estadounidense.
La primera asistencia papal a la capital del país llegó después de que el pontífice pasara por Nueva York, Filadelfia, Des Moines, Iowa y Chicago.
Durante su viaje de una semana en Estados Unidos, el Papa pronunció más de 70 discursos, se dirigió a los granjeros de Iowa, a la juventud de Boston, a los seminaristas de Filadelfia y a los diplomáticos de las Naciones Unidas. Su viaje fue una petición del presidente Jimmy Carter.
Tras la solicitud de paso a un país con el 20% de la población católica, Juan Pablo II rezó en capillas pequeñas y saludó a 80 mil personas animadas en el Yankee Stadium.
El momento destacado ocurrió en Washington, cuando celebró la misa en el National Mall para 175 mil personas el 7 de octubre. No obstante, el evento más recordado fue cuando recibió la llave de la ciudad y se convirtió en el primer Papa en visitar la Casa Blanca, el 6 de octubre.
Casa Blanca
Recibido por el presidente Carter, fue calificado como “campeón de la dignidad y la decencia” y como “peregrino de la paz entre las naciones”. Él y el presidente conversaron en privado, durante más de una hora, sobre temas de política internacional; tales como el desarme, la situación en Oriente Próximo y los refugiados de Indochina.
Diez mil personas fueron invitadas por la Casa Blanca a los actos de bienvenida de Juan Pablo II. Aunque el Gobierno de Estados Unidos no mantenía relaciones diplomáticas con el Estado vaticano, el recibimiento otorgado al Pontífice, que, por otra parte, realiza una gira de carácter pastoral, fue, en la práctica, el mismo que se le dio a los jefes de Estado.
El presidente Carter; su esposa, Rosalynn, y su hija menor, Amy, recibieron al Papa en la puerta norte de la Casa Blanca. Unas 4 mil personas se agruparon en el jardín norte, principalmente miembros del Congreso, Gobierno, Tribunal Supremo y otros altos funcionarios junto a sus familiares. El papa Juan Pablo II saludó a los líderes del Congreso y conversó especialmente con legisladores de origen polaco o de fe católica.
Mientras se celebraban varias entrevistas en el interior de la Casa Blanca, entre ellas la privada entre Carter y el Papa, que tuvo lugar en el despacho oval, unas 6 mil personas esperaron en el jardín sur de la Casa Blanca a que el presidente y su invitado salieran a saludarlos.
Después de haberse reunido con varios miembros de la Administración Carter y de haber conversado con el presidente, Juan Pablo II pronunció otro discurso ante los reunidos que lo esperaban en el Jardín sur.
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Contra el armamentismo
En conferencia, respaldó implícitamente el tratado SALT II, de limitación de armamento estratégico con la URSS, cuando dijo que apreciaba “los esfuerzos de este país por la limitación de armamentos, especialmente nucleares”.
Más adelante, dijo a la entusiasmada audiencia que confiaba con todo su corazón “que no se relajarán esos esfuerzos, destinados tanto a reducir el riesgo de una conflagración fatal y desastrosa como a asegurar una reducción prudente y progresiva de la capacidad de destrucción de los arsenales militares”.
El único contratiempo que hubo durante la visita sucedió mientras los altos funcionarios y sus familiares aplaudían el discurso del Papa. Un pequeño grupo de personas favor de las uniones entre personas del mismo sexo y a favor del aborto se manifestó fuera de las verjas de la Casa Blanca. Sin embargo, varios millares de personas que aclamaban al jefe de la Iglesia católica desde la avenida de Pennsylvania acallaron sus gritos.
Otros discursos
Cabe destacar que una vez en Washington, Juan Pablo II celebró la misa para clérigos en la catedral de San Mateo el Apóstol. Además, se reunió con mujeres religiosas en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción; también se dirigió a los educadores católicos en la Universidad Católica de América, rezó con los líderes ecuménicos en la Capilla Notre Dame del Trinity College y visitó la embajada del Vaticano (la Nunciatura Apostólica) y la Organización de Estados Americanos.
Miles de personas se amontonaron en las aceras de casi todas las paradas que hizo. El anuncio oficial de la visita papal recién llegó a fines de julio, por lo que los oficiales católicos solo tuvieron dos meses para planificar el complejo evento que lograron llevar a cabo con la ayuda de un ejército de voluntarios.
Como recuerdo de la visita, existe una exhibición de la vida del Papa en el Santuario Nacional de San Juan Pablo II en Washington. Se trata de un museo que muestra los momentos destacados en videos de su homilía en la misa del National Mall.
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CAB