¿Será que ahora se busca que la expresión de ideas, principalmente contra el servicio público, sea equiparado con delitos como el crimen organizado?
Luego de la sesión extraordinaria que terminó sin ser, ni sesión ni extraordinaria en el Senado de la República la semana pasada, se filtraron supuestas iniciativas al viejo estilo de aquel alumno que busca que le den una revisada a sus trabajos antes de la entrega final para ir tanteando por donde andará su calificación.
Una de ellas, dada a conocer por Artículo 19 revela la posibilidad de regresar al debate, el tema de la Difamación, conducta derogada en 2007 del Código Federal. Y que ahora podría estar en el nuevo Código Penal Nacional en el artículo 468, fracción V, como un delito contra la cultura cívica. Esta propuesta a la letra dice:
- Al que ilegalmente comunique a una o más personas, la imputación que se hace a otra de un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que cause o pueda causarle deshonra, descrédito o perjurio, o exponerla al desprecio de alguien, se le impondrá de seis meses a seis años de prisión y multa de veinte a cinco mil veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.
¿Será que ahora se busca que la expresión de ideas, principalmente contra el servicio público, sea legalmente equiparado al nivel que delitos como crimen organizado? ¿El tener penas más severas busca aminorar las denuncias de lo que está mal en esta o cualquier administración?
Es cierto que se deben pulir las bases de la información. Que una nota debe cumplir con el reporteo e investigación correspondiente, pero intentar hacer un buen trabajo sabiendo que éstas en la mira de una ley a modo, nos llevaría a un atraso que no debemos permitir como país.
Actualmente Cuba, Bolivia, Azerbaiyán, Irán o China, sons algunos países que comparten el gusto por encarcelar las ideas.
Naciones que han visto en el cierre del diálogo, una vía para creer que se tienen una buena forma de gobernar. Olvidando que es con el debate y la vigilancia ciudadana la mejor forma de perfeccionar una nación.
A qué juegan nuestros legisladores con estos supuestos borradores. Me gustaría pensar que es un distractor y no una propuesta retrógrada o generada al vapor. Una idea al “ahí se va” para buscar una reacción. A la cual se suma, la ampliación de la figura del arraigo en varios delitos o la limitante de acción por la vía financiera.
El 1 de febrero inicia el periodo ordinario de sesiones. Una fecha en donde sabremos si realmente dejaron ver sus cartas o sólo se trató de un bluff. Un tema que nos atañe a todos, pues ya hemos comprobado con la experiencia, que un país a modo, nada bueno nos podrá dejar.
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