Isabel Pantoja asistió al juicio en el que es acusada de insolvencia punible, al no haber hecho frente a una deuda por la construcción de una de sus casas
La cantante española Isabel Pantoja se enfrenta a tres años de prisión en un nuevo juicio que comenzó este martes, acusada de insolvencia punible, al no haber hecho frente a una deuda por la construcción de una de sus casas, acusación que ella rechaza.
La tonadillera intentó por todos los medios verse de nuevo sentada en el banquillo de los acusados, pero ni sus esfuerzos por llegar a un acuerdo extrajudicial con la sociedad querellante en los últimos días, ni los informes médicos y psicológicos que presentó al juzgado demostrando que no se encuentra en condiciones de declarar, han dado sus frutos.
Rodeada de decenas de medios de comunicación y escoltada por varios miembros de la Guardia Civil, Isabel ha llegado al Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga minutos antes de las 10 de la mañana, completamente derrumbada y sin responder a ninguna de las preguntas.
Vestida completamente de negro, con el pelo recogido en su característica coleta y sus inseparables gafas de sol, la viuda de Paquirri entraba en los juzgados sin ocultar su nerviosismo y su dolor por regresar al lugar en el que fue condenada a 24 meses de prisión por blanqueo de capitales por el caso Malaya.
Una vuelta al banquillo de los acusados, donde este martes ha revivido su peor pesadilla, repitiendo una escena que nunca imaginó que sucedería.
Ella ante el juez, intentando mantener la calma antes de prestar declaración y de enfrentarse a su posible regreso a prisión.
Ya sin gafas de sol, Pantoja se observó derrumbada, incapaz de contener las lágrimas y víctima de tal estado de ansiedad que el juez ha invitado a la tonadillera a que se tranquilizase para poder comenzar el juicio, que se ha retrasado por un fallo en los micrófonos de la sala.
Después de un retraso de más de media hora y de alguna pausa posterior por problemas en el sonido de la sala – al no funcionar correctamente los micrófonos – el juicio contra Isabel Pantoja dio comienzo en el Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga.
El fiscal mantiene que la empresa de la que era administradora única Pantoja (Panriver) y otra empresa (la constructora Codabe) actuaron en perjuicio de los derechos de créditos de una tercera sociedad y para ello “se concertaron para beneficiarse mutuamente”, por lo que se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión.
El ministerio público consideró a la artista “cooperadora necesaria” en el delito de insolvencia e insistió en que tanto ella como el empresario de Codabe acusado dicen “no saber nada, pese a ser administradores únicos de sus empresas”, por lo que consideró “desacreditada” la declaración de Pantoja.
El juicio quedó visto para sentencia y si Pantoja resulta culpable, y el juez atiende a la petición fiscal, sumaría una segunda pena de prisión.
Ya fue condenada a dos años de cárcel por blanqueo de capitales, de los ilícitos beneficios obtenidos por su antigua pareja el exalcalde de Marbella (sur) Julián Muñoz en su gestión al frente del Ayuntamiento de esa ciudad. Por ello, estuvo en prisión desde noviembre de 2014 a marzo de 2016, tras haber cumplido dos tercios de la condena.
Desde entonces ha tenido poca actividad pública, salvo contados conciertos y apariciones en televisión como su participación en un programa de telerrealidad llamado “supervivientes”, que se grababa en Honduras, u otro programa en el que participó como jurado de un concurso musical infantil.
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CAB