El 20 de agosto de 1847, el Ejército Mexicano hizo frente a las tropas estadounidenses en las instalaciones del Convento de Churubusco
En 1847, la invasión estadounidense paulatinamente se adentraba en el suelo patrio, aunque la resistencia de los mexicanos fue heroica, no se pudo contener el avance enemigo.
En este episodio histórico, el Batallón de San Patricio integrado en su mayoría por soldados irlandeses que defendió la causa mexicana frente al ejército estadounidense, representa un acto que refleja la identificación de las causas de dos pueblos que han sufrido por igual la invasión colonial y la codicia de los imperio.
El 20 de agosto de 1847, el Ejército Mexicano, hizo frente a las tropas estadounidenses en las instalaciones del Convento de Churubusco, con los Batallones de la Guardia Nacional, que para el efecto realizaron varias obras de fortificación, mismas que no llegaron a ser terminadas por la premura del tiempo.
Esta intervención se dio porque la unión americana había fracasado en sus intentos por comprar los territorios mexicanos de Nuevo México y la alta california, la anexión de Texas en 1845 nunca fue reconocida por México.
El primer choque entre los dos ejércitos tuvo lugar en los márgenes del Rio Bravo en abril de 1846, después el 8 de mayo de 1846 en la batalla de Palo Alto, por lo que el presidente Polk declaró la guerra a México el 13 de mayo de 1846.
El ejército norteamericano, al mando del general Zachary Taylor invadió territorio mexicano, estallan combates en Texas-Sacramento, Matamoros-Buena vista, Saltillo y Monterrey-defensa de la ciudad.
Las tropas estadounidenses llegaron al puerto de Veracruz en 1847, bajó el mando de W. Scott, quien decidió avanzar hacia la ciudad de México. Derrotas mexicanas en Cerro Gordo, Puebla, Padierna, Churubusco, Casa Mata, Molino del Rey y el Castillo de Chapultepec.
El ejército mexicano hizo frente al enemigo invasor en el convento de Churubusco, donde contó con el apoyo del batallón de San Patricio, integrado por cientos de inmigrantes europeos como irlandeses, alemanes, ingleses, escoceses, polacos, italianos y algunos extranjeros residentes en México.
Las tropas nacionales que defendieron el convento fueron los Batallones Independencia, Bravo, Fracciones de Tlalpan, Chilpancingo y Galeana, Cuerpos de Guardia Nacional “Hidalgo”, y “Victoria”. El General de División Manuel Joaquín Rincón, informó el número de efectivos que participaron en la defensa del Convento que fue de 2 Generales, 16 Jefes y 85 Oficiales.
Mañana, la Embajada de Irlanda participará en la conmemoración del 173 aniversario de la Batalla de Churubusco.
— Irish Embassy Mexico (@IrishEmbMexico) August 19, 2020
Esperamos que puedan reunir con nosotros. Mas información????? pic.twitter.com/JZYbYo6x6g
El General Winfield Scott del Ejército de los EUA, dio la orden al General Twiggs, de atacar con las unidades siguientes: 1/a., 2/a. y 3/a. División de Infantería Regular.
Las divisiones de Worth y Twiggs con más de 600 hombres y algunas piezas de artillería se lanzaron sobre los flancos del convento cayendo de lleno sobre la posición que defendía el General de Brigada Pedro María Anaya. Tres veces fueron rechazados los invasores, sufriendo gran número de bajas, por lo que atacaron el convento esta vez por el frente y su costado derecho, en los que encontró igualmente resistencia.
Después de tres horas de vivo fuego, se consumieron totalmente los cartuchos, además, cayeron varias granadas enemigas sobre un depósito de municiones, acción que causó un incendio y la perdida de la reserva de cartuchos, causando lesiones a los soldados e inclusive al propio General Anaya.
Los Generales Rincón y Anaya solicitaron nuevamente municiones para seguir la lucha, pero las recibidas fueron de calibre diferente a las requeridas.
Finalmente, tras 22 días de intensa lucha y la escasez de municiones y armas, el desenlace final ocurrió el 22 de septiembre de 1847, los héroes se rindieron ante el invasor y los soldados europeos fueron ahorcados, y concluyó con la firma de los tratados de Guadalupe Hidalgo, donde se perdió una parte de nuestro territorio y las tropas estadounidenses continuaron su marcha hacia el Castillo de Chapultepec.
Así, con la sangre irlandesa y mexicana que se derramó ese día, quedó sellada por siempre la hermandad entre ambas naciones.
IPR
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