Las autoridades le pidieron pruebas del abuso, por lo que Gaby tomó fotos y videos del cuerpo de la menor como pruebas
Gabriela Escamilla, quien fue encarcelada desde el 9 de diciembre pasado en el penal de Puente Grande, Jalisco, luego de haber documentado con fotos el abuso sexual de su sobrina, fue puesta en libertad anoche.
Gabriela es una mujer que fue a la Fiscalía de Jalisco para denunciar un abuso sexual en contra de su sobrina.
Las autoridades le pidieron pruebas del abuso, por lo que Gaby tomó fotos y videos del cuerpo de la menor como pruebas.
En su insistencia para que las autoridades le hicieran caso recabó pruebas como fotografías que dieran cuenta de las lesiones que había sufrido la menor, pero el agente del Ministerio Público determinó que la mujer violó la intimidad sexual de su sobrina y le dictó prisión preventiva.
La mujer quedó en libertad luego de que el juez de control del Tribunal Superior de Justicia de Jalisco, Felipe de Jesús Rivera, determinó que no había elementos para vincularla a proceso.
El caso
Gaby es una mujer que tiene una relación muy cercana con su sobrina de 6 años y pasaron un cierto periodo de tiempo juntas.
Empezó a notar que había cambios en el comportamiento de la niña y cuando la bañaba notaba que tenía ciertas lesiones y cambios en su zona íntima. Después de preguntarle y hablar con ella, la menor confiesa que estaba siendo abusada sexualmente por su papá.
Gaby tardó un tiempo en presentar la denuncia porque se estaba asesorando de qué manera hacerlo y cuando al final lo hizo ante la Fiscalía de Jalisco, donde viven, le pidieron pruebas.
Ella llevó las fotos que le tomó cuando notó la agresión y algunos testigos, pero la Fiscalía le dijo que no había abuso. Luego, según cuenta su abogado, le hicieron una entrevista a la niña fuera de los protocolos y la investigación se frenó.
Héctor Pérez, quien es defensor de Gabriela, explica que la lucha para que el caso avanzara nunca se detuvo pero el 2 de diciembre pasado se enteraron que la Fiscalía le imputó a ella el delito de violación a la intimidad sexual de su sobrina por haberle tomado fotos para la denuncia.
Las autoridades argumentaron que Gaby no solo tomó las fotos, sino que las almacenó en su teléfono y que supuestamente amenazó con difundirlas. El juez le dio prisión preventiva oficiosa por eso.
Sin embargo, esto fue utilizado en su contra por los padres de la víctima, quienes la acusaron falsamente de haber difundido dicho material.
La autoridad judicial determinó que no se pudo acreditar que las fotografías tuvieran otro fin que el de denunciar el hecho, ni que Gabriela hubiera difundido dichas imágenes.
La pequeña, de entonces cinco años, señaló a su propio padre, Gabriel “N”, como su presunto agresor, por lo que su tía tomó fotografías de las lesiones que tenía.
Para su fprtuna, tras más de 9 horas de audiencia, un juez determinó no vincularla a proceso por el delito del que la acusaba la Fiscalía. Por ello Gabriela quedó en libertad.
El juez determinó que la Fiscalía actuó sin perspectiva de género. La cosa es que todavía hay una denuncia por abuso sexual en contra de una niña que tendrá que ser resuelta.
Aunque el fallo del juez es apelable, la defensa de Gabriela espera “que la fiscalía se comporte a la altura y no lo haga”.
Mientras tanto, en la investigación contra Gabriel “N”, los peritajes realizados por la fiscalía no concluyen una afectación psicoemocional en la menor, y aunque la tía de la pequeña le realizó peritajes por su cuenta, estos fueron desestimados, junto con las fotografías. En tanto, no existe una orden de aprehensión contra el padre de la menor.
Denuncia
Gabriela “N” denunció a su hermano por el delito de abuso sexual en noviembre del año pasado y desde entonces ha buscado la forma de que la fiscalía no archive la carpeta de investigación en su contra.
La mujer señaló que incluso fueron las mismas autoridades quienes en un principio mencionaron procesarla por mostrarles las fotos que solicitó integrar como pruebas.
Héctor Pérez, abogado de Gabriela, añadió que no había elementos suficientes de la existencia de un delito que perseguir y se demostró que su representada tomó y almacenó una fotografía para denunciar el abuso a su sobrina y “no la había compartido ni difundido por ningún medio”.
Ayer, conocidos de Gabriela se manifestaron en la explanada de juzgados de juicios orales de Puente Grande y exigieron su liberación.
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CAB