Tras varios intentos, decidieron llamar a los bomberos, quienes por más de tres horas intentaron liberar al niño.
Un niño de 9 años quedó encerrado en una caja fuerte mientras jugaba a las escondidas en la casa de su abuelo en Lichterfelde, Berlín.
El pequeño, que jugaba con sus amigos en ausencia de su abuelo, pensó que había encontrado el mejor escondite de todos, donde jamás lo encontrarían. Se metió en la caja de metal y cerró la puerta desde adentro, que enseguida se trabó.
Después de un rato de buscarlo infructuosamente, él intentó salir pero se dio cuenta que estaba encerrado. Comenzó a golpear la caja hasta que sus amigos descubrieron donde estaba, pero la caja fuerte estaba cerrada con una clave de seguridad. Llamaron a los padres, pero ellos no la sabían. El único que sabía la clave era el abuelo que había salido y nadie lograba contactar.
Tras varios intentos, decidieron llamar a los bomberos, quienes por más de tres horas intentaron liberar al niño. Afortunadamente, gracias a una ranura en la caja, pudieron enviarle oxígeno al menor y evitar una desgracia.
Justo cuando los bomberos se disponían a usar herramientas pesadas, alguien dio con la clave de seis dígitos y el niño fue liberado.
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