![](https://www.pacozea.com/wp-content/uploads/2025/02/3257967.webp)
Karoline Leavitt responsabilizó a los jueces de provocar una crisis institucional, y pocas horas después, un tribunal emitió una sentencia favorable al mandatario en un caso relacionado con retiros voluntarios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó la confrontación contra los miembros del Poder Judicial de su país.
La Casa Blanca acusó a los jueces estadounidenses de ejercer un abuso de poder al bloquear varias de las decisiones tomadas por Trump.
Según la funcionaria, “esto forma parte de un esfuerzo coordinado más amplio por parte de activistas demócratas y no es más que la continuación del uso de la justicia como una herramienta en contra del presidente Trump”.
Esta semana, el gobierno federal sufrió varios reveses en los tribunales con respecto a su decreto de anular la nacionalidad por nacimiento.
Después de esos fallos, el líder republicano logró una sentencia favorable.
Ayer, un tribunal permitió que el gobierno de Donald Trump continuara con su programa de retiro voluntario para trabajadores federales.
Este programa podría sacar a decenas de miles de empleados de las nóminas del gobierno como parte de un esfuerzo general para reducir la administración pública.
Te podría interesar: Gobierno de Trump demanda a Nueva York
El retiro voluntario es una de las medidas que el mandatario está implementando para recortar una plantilla de 2.3 millones de empleados, a la que ha calificado como ineficaz y parcial.
Trump también ha ordenado a las agencias gubernamentales que se preparen para recortes de empleo a gran escala, y varias ya han comenzado a despedir a los recién contratados sin plena seguridad laboral.
Según funcionarios de la Casa Blanca, alrededor de 65,000 empleados federales se inscribieron en los retiros voluntarios.
Los abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos han descrito la iniciativa como una salida para aquellos frustrados por los planes más amplios de Trump para reducir el tamaño de la fuerza laboral y poner fin a la capacidad de muchos empleados de trabajar desde casa.
Los sindicatos que representan a los empleados federales argumentaron en su demanda que el programa es “sorprendentemente arbitrario” y viola una ley que impide a las agencias gastar más dinero del que ha aprobado el Congreso.
Los sindicatos y los fiscales generales demócratas han presentado otras demandas desafiando la rápida reestructuración del gobierno de Trump y han logrado algunas victorias iniciales.
En otro caso, cinco sindicatos demandaron para bloquear un posible despido masivo de cientos de trabajadores que se resisten a la presión para aceptar los retiros voluntarios.