El joven quiso pasar los últimos minutos de vida de su madre a su lado, pero ante las estrictas medidas de aislamiento encontró otra forma de “contacto”
En Palestina, un joven desobedeció las peticiones médicas y de los guardias de un hospital de atención Covid y escaló diariamente hasta una ventana desde donde podía ver a la distancia a su madre, quien se encontraba aislada y quien terminó por fallecer a causa de este mal.
Las historia de este joven se suma a la de miles de familias de todo el mundo que son capaces de hacer lo que sea, para poder pasar los últimos minutos de vida de enfermos con Covid y hacerlos sentir acompañados en medio de las estrictas medidas de aislamiento.
La imagen de Jihad Al-Suwaiti es un ejemplo más de que el amor por la madre es tan especial y poderoso que no importa arriesgarte a ser detenido o sufrir una severa caída, con tal de estar aunque sea a la distancia cerca de ella en sus últimos minutos.
El joven subió para acompañarla todas las noches, durante cinco días, hasta el tercer piso de un hospital en el centro del país, en donde se encontraba internada y aislada su madre enferma de Covid-19.
Al llegar a la ventana se sentaba y la miraba por largas horas.
Aunque los vigilantes y los médicos le peían dejar de subir a la ventana, el joven no desistió y lo siguió haciendo mientras veía cómo la vida de su mamá se apagaba lentamente.
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NCV
