El padrastro de Imelda abusaba sexualmente de ella desde los 12 años de edad, el bebé fue producto de su última violación
Autoridades de El Salvador podrían condenar a una joven de 20 años a edad a pasar a dos décadas en prisión por haber dado a luz a su bebé en una fose séptica. El menor es producto de la violación de su padrastro de 70 años.
La joven de nombre Imelda Cortez es acusada de intento de asesinato, luego que su bebé nació en el retrete de su casa, el cual es una fosa séptica dado que ella vive en una de las zonas más empobrecida del departamento de San Miguel.
De acuerdo con declaraciones de la familia de Cortez, la joven nunca supo que estaba embarazada y pensó que el abultamiento en su vientre y los dolores eran producto de una fuerte colitis, padecimiento que sufre desde los 15 años.
Imelda recién confesó que ha sufrido abuso sexual por parte de su padrastro, Pablo Henríquez, desde que ella tenía 12 años. El hombre actualmente es un septuagenario que en recientes ocasiones siguió agrediéndola.
El pasado 17 de abril de 2017, la joven salvadoreña tuvo un parto extrahospitalario en el retrete de su casa, situación que confundió con un ataque de colitis, pues tenía dos semanas sin haber evacuado y ese día sintió “más fuertes los dolores”.
Al momento de acudir a la letrina, Imelda se sentó y sintió que algo salió y comenzó a sangrar mucho, por lo que llamó a su madre, quien buscó a su cuñada para que le ayudara.
Ambas la llevaron al hospital y —según cuenta— la doctora que la atendió dijo que se trataba de un parto.
Cortez relató lo sucedido y la médico llamó a la Policía, acusando a la joven de haber tirado, intencionalmente, a la pequeña.
Los agentes encontraron a la niña con vida en la fosa y Cortez fue detenida de inmediato, debido a que en El Salvador el aborto es ilegal bajo cualquier circunstancia.
Mientras la joven estaba en el hospital, su padrastro la visitó y amenazó con matarla a ella, a sus hermanos y a su madre si denunciaba el abuso al que había sido sometida por años, pero un paciente escuchó la conversación y se lo contó a una enfermera, que llamó a la Policía.
Ahora la Fiscalía General de la República acusa a Cortez de homicidio agravado en grado de tentativa en perjuicio de su hija, basados en que la joven, que siempre alegó que no sabía que estaba embarazada, le dijo a la doctora que no había mencionado su estado “por pena, y porque la podían echar de la casa”, lo que insinúa que sí tenía conocimiento de su estado gestante.
Los fiscales señalan que la muchacha inventó los abusos para justificar su crimen, sin embargo, una prueba de ADN hacia el padrastro confirmó que él es el papá de la bebé.
El juicio contra la chica está próximo a celebrarse y tiene al pendiente a diversas organizaciones civiles en pro de la defensa de la mujer.
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