Con sus canciones de dolor y amor codependiente, el nombre y legado musical de Jenni Rivera siguen vigentes a siete años de su trágica muerte
La de Jenni Rivera fue una vida marcada por los escándalos, la violencia doméstica y sexual, considerada la intérprete de música regional mexicana más escuchada en Estados Unidos, y cuyas canciones de dolor y codependencia la llevaron a la cúspide de una complicada carrera que la colocó como “La Diva de la Banda”.
Jenni Dolores Rivera Saavedra, su nombre completo, nació en Los Ángeles, California, el 2 de julio de 1969. Su familia se mudó a Long Beach, donde se crió rodeada de la música regional mexicana, aunque en su mente nunca estuvo adentrarse en el ámbito musical.
El 26 de junio de 1985, Jenni dio a luz a su primera hija, “Chiquis” Rivera, de la que se embarazó cuando era estudiante de segundo año de secundaria, lo que la obligó a vender discos y cassettes para sostenerse.
El 26 de junio de 1985, Jenni dio a luz a su primera hija, “Chiquis” Rivera, de la que se embarazó cuando era estudiante de segundo año de secundaria, lo que la obligó a vender discos y cassettes para sostenerse.
Para 1989 tuvo a Jacqueline y en 1991 a Trinidad Ángelo: los tres hijos fueron producto de su relación con José Trinidad Marín, la cual no resultó benéfica, pues durante su matrimonio fue víctima de violencia doméstica, situación que determinó los temas que interpretó en sus primeros materiales discográficos.
Después estudió la carrera de Administración de Empresas, para dedicarse al negocio de bienes raíces. También creó una fundación para ayudar a madres solteras y niños abusados o que padecían cáncer.
Su vida estuvo envuelta en el escándalo y la violencia, pues más tarde se enteró que “Trino” Marín abusó sexualmente de su hermana menor y de sus hijas. Su ex esposo evadió a la policía durante nueve años, pero fue detenido en abril de 2006 y condenado por abuso sexual.
Esta situación marcó su vida artística. Varias de las canciones que compuso tenían un rasgo autobiográfico “de dolor y contra ellos”, e incluso con frecuencia lloraba en el escenario al interpretar algunas de sus letras.
En 1996, Jenni le abrió nuevamente las puertas al amor y se casó con Juan López, con quien procreó a Jenicka. Sin embargo, tuvo que criar sola a su hija, pues en 1998 se separó de López, luego de que este le fuera infiel.
Como resultado de una segunda oportunidad, Juan López y Jenni tuvieron a Johnny Angel, el quinto hijo de “La Gran Señora”.
Rivera debutó en el terreno musical en 1992, aunque fue en el 2000 cuando se consagró con el éxito “Las Malandrinas”, corrido escrito por ella misma, incluido en el álbum Que Me Entierren con la Banda.
En 2001 dio a conocer el disco Déjate Amar, del que se desprendió el tema “Mi Querida Socia”, que le permitió ocupar los primeros lugares de popularidad en un tiempo récord. Pero fue en 2002 cuando logró sus primeras nominaciones al Grammy Latino y a los Premios Billboard por su material Se Las Voy a Dar a Otro, que se agotó el mismo día de su lanzamiento.
Ya con un alto grado de aceptación, en 2005 lanzó Parrandera, Rebelde y Atrevida, que la mantiene como una de las principales exponentes en su género, lo que la llevó a obtener diversas nominaciones en los Premios Latin Billboard, así como el seudónimo de “La Diva de la Banda”.
En 2009 salió a la luz La Gran Señora, álbum con el que realizó un tour que incluyó los escenarios más importantes de Estados Unidos como el Nokia Theatre, de Los Ángeles y el Madison Square Garden, de Nueva York. Ese mismo año colaboró con el cantante Ricky Martín en el sencillo “Lo Mejor de mi Vida Eres Tú”.
También en ese mismo año fue detenida en el Aeropuerto de la Ciudad de México por no declarar 50 mil dólares en efectivo, cinco veces más de la cantidad autorizada para transportar en los viajes a Estados Unidos.
En enero de 2010 se comprometió en matrimonio con el beisbolista Esteban Loaiza y en septiembre de ese año se casaron, pero dos años después se separaron en medio de un escándalo, pues se dio a conocer que Loaiza le fue infiel a Jenni con “Chiquis”, la hija mayor de la cantante.
Asimismo, la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica de Estados Unidos la nombró portavoz oficial en su campaña contra la violencia intrafamiliar y el abuso sexual.
Al año siguiente interpretó éxitos de las décadas de los 70 y 80 en el disco Joyas Prestadas, el cual lanzó en versión balada y regional; sin embargo, tuvo que detener la promoción de su disco debido a que se le detecto un tumor benigno en un seno, lo que la mantuvo alejada de los escenarios hasta inicios de 2012.
Su regreso se dio el 13 de marzo de 2012, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en México, donde presento el álbum Joyas Prestadas Pop Deluxe.
Rivera murió el 9 de diciembre de 2012, luego de que la aeronave en la que se trasladaba, de Nuevo León al Estado de México, se desplomó. Los restos del jet en el que viajaba la cantante fueron localizados cerca del rancho El Tejocote en el ejido “La Colorada”, en el municipio de Iturbide, Nuevo León.
Su último concierto fue en la Arena Monterrey, después de dicha presentación, en el que colgó el letrero de sold out, Jenni dio una conferencia de prensa en la que dijo sentirse muy feliz y bendecida por los logros obtenidos a lo largo de su carrera.
Así, como sucediera con Selena, Jenni Rivera se convirtió así en un fenómeno después de su muerte, siendo que hasta la fecha se han vendido más de 10 millones de sus discos, lo que ha servido para catalogarla como una de las figuras femeninas más importantes del regional mexicano.
Hace apenas unos días se reveló la existencia de una entrevista que hasta ahora había estado oculta, en la que “La Diva de la Banda” reveló haber sufrido amenazas de muerte.
“Jenni Rivera me dijo que la entrevistara porque había recibido amenazas de muerte… me dijo que no quería que estuviera nadie más. Es una entrevista donde se revelan cosas que no están muy claras aún… dijo que quería que también se enteraran ustedes”, explicó el locutor Pepe Garza.
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