Javier Duarte, hoy exgobernador de Veracruz, está ya a disposición de las autoridades mexicanas para enfrentar su proceso penal por delitos federales. ¿De qué se le acusa y cómo llegó hasta aquí? En PacoZea.com le presentamos un recuento del caso.
El pasado 12 de octubre de 2016, durante una entrevista en televisión, anunció que solicitaría licencia para enfrentar acusaciones en su contra por presunta corrupción. Esa fue su última aparición pública, después su paradero fue incierto.
El 17 de octubre se emitió la primera orden de aprehensión en su contra por lavado de dinero y delincuencia organizada. La Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una recompensa de 15 millones de pesos para quien diera información que permitiera su localización y captura.
En diciembre, en su toma de posesión como gobernador, Miguel Ángel Yunes señaló la red de complicidades que llevó a Javier Duarte a enriquecerse y adquirir propiedades a nombre de terceros. Entre ellos el rancho El Faunito, en el municipio de Fortín, así como Las Mesas, en Valle de Bravo, los cuales fueron incautados.
Por su parte, en la colonia Del Valle, la PGR cateó un inmueble ligado presuntamente con Javier Duarte. En enero, las autoridades dieron a conocer que en ese sitio habían localizado 23 millones de pesos en cajas de cartón, así como centenarios y dos cajas fuertes.
A principios de enero de este año, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, denunció que durante la gestión de Duarte niños enfermos de cáncer habrían recibido agua destilada en lugar de las medicinas de quimioterapias, lo que calificó como “un pecado
brutal, un atentado contra la vida de los niños”. Asimismo se supo de la supuesta adquisición de un lote de 70 mil pruebas rápidas de VIH-Sida que resultaron falsas o inservibles, así como condones femeninos sin la calidad necesaria para su uso.
En la adquisición de pruebas rápidas se gastaron nueve millones de pesos y su aplicación fue suspendida cuando se percataron que daban falsos positivos y falsos negativos a personas que salían negativos al Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH).
Para febrero de 2017, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dio a conocer el hallazgo de una bodega con bienes propiedad de Duarte y su esposa Karime Macías, entre los que había pinturas, fotografías familiares, colecciones de balones de futbol, tazas, sillas de ruedas y andaderas, presuntamente pertenecientes al DIF estatal. Pero lo que más destacó fueron los diarios de la primera dama veracruzana en los que podía leerse el mantra “sí merezco abundancia”.
En abril fue detenido. Primero, un turista creyó haberlo visto junto con su esposa en Canadá, sin embargo esto resultó ser falso, ya que el sábado 15 de abril el exfuncionario fue capturado en Guatemala, en un hotel del municipio de Panajachel, departamento de Sololá, acusado por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de peculado, delincuencia organizada, desvío de recursos públicos, delitos electorales, entre otros. En esos momentos, el exgobernador nunca dejó de sonreir, ni tampoco cuando los elementos de seguridad locales lo subieron a un automóvil oficial, lo que llamó la atención y se convirtió en un fenómeno en las redes sociales.
Javier Duarte fue recluído en la cárcel de Matamoros, que está dentro de un cuartel militar y es conocida como “la cárcel de los políticos”.
Días después de la detención de Duarte, y de desconocerse el paradero de su esposa, Karime Macías, comenzó a circular a través de redes sociales una fotografía que habría sido tomada en la sala de espera de un aeropuerto.
La imagen exhibía a la exprimera dama de Veracruz en lo que se presumía era la sala de espera del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde habría abordado un vuelo con destino hacia Londres.
Otra versión apuntaba a que, ni Karime ni su familia, pisaron territorio nacional y que, la imagen había sido captada en el Aeropuerto de El Dorado en Bogotá, Colombia, a bordo de un vuelo que hizo conexión en Atlanta, Estados Unidos, y que tenía Londres como destino final.
Cabe destacar que las autoridades mexicanas no liberaron ninguna orden de aprehensión en su contra.
El 19 de abril, durante su primera audiencia en el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala, Javier Duarte se reservó el derecho de decidir si aceptaba o no la extradición para ser juzgado en México. “No puedo allanarme hasta que llegue la solicitud formal de extradición”, dijo. En el transcurso de la audiencia, se mantuvo serio y tranquilo.
El 27 de junio, se realizó la segunda audiencia. Javier Duarte compareció ante el Tribunal Tercero de Sentencia Penal de Guatemala. Con el pelo corto, pero con barba y bigote, Javier Duarte se presentó en compañía de sus abogados y aceptó la solicitud de extradición formulada por la justicia de México. “He determinado allanarme para enfrentar lo más pronto posible la justicia. En términos coloquiales, acepto la extradición que el gobierno de la administración actual está haciendo en torno a este caso”.
El veracruzano, quien se mostró sonriente durante la presentación, criticó al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares calificándolo de “fallido” y tildó de “acusaciones irrisorias” la denuncia por el uso de un helicóptero del gobierno de Veracruz cuando ya no estaba en funciones. Además se le imputaron otros delitos como abuso de autoridad, incumplimiento del deber legal, peculado, tráfico de influencias y coalición, las cuales negó.
“No hay una extracción del dinero público”, señaló Duarte y llegó a decir que la transferencia está fundada en oficios de los cuales no participó o firmó. A la salida del juzgado guatemalteco y rodeado de reporteros se le escucha decir “Ya llego mi UBER” y se sube a la patrulla que lo trasladará al penal de Matamoros.
La tercera audiencia se realizó este 4 de julio. En ella, el inculpado se declaró inocente de los cargos federales que se le imputan por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, por lo que aceptó ser extraditado a
“No cometí tales delitos y es mi deseo así acreditarlo ante las autoridades de mi país”, dijo.
Ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala, aceptó allanarse al proceso de extradición por los delitos federales de delincuencia organizada y lavado de dinero.
“He decidido allanarme a la solicitud de extradición con relación a los delitos de uso de recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, ya que no cometí tales delitos”, dijo Duarte.
En un comunicado, la defensa de Javier Duarte señaló que las acusaciones por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita “no resisten un análisis jurídico serio y por tanto se ha optado por proceder a enfrentarlas”.
Este 6 de julio, a través de un programa radiofónico, se dio a conocer que Karime Macías Tubilla, esposa de Javier Duarte, estaría tramitando ya el divorcio desde París.