Sylvain Helaine, de 35 años, relató que un padre de familia lo reportó ante los directivos ya que la apariencia asustó a su hijo.
Un maestro denunció la discriminación de la que fue víctima, luego de que un jardín de niños le impidiera impartir su clase de francés debido a los múltiples tatuajes que aderezan su piel.
«Creo que la decisión que tomaron fue bastante triste».
Lamentó el docente.
Sylvain Helaine, de 35 años, relató que un padre de familia lo reportó ante los directivos ya que la apariencia asustó a su hijo y por lo que tuvo pesadillas al dormir. Sin embargo, con todo y dibujos en el cuerpo y los ojos obscurecidos quirúrgicamente, el profesor continúa enseñando a niños mayores de seis años.
Aunque fue mal visto por la escuela primaria Docteur Morere en Palaiseau, un suburbio de París, aseguró que con el trato, los alumnos pasan de largo su aspecto.
«Todos mis estudiantes y sus padres siempre fueron buenos conmigo porque básicamente me conocían».
«Es solo cuando la gente me ve desde lejos que pueden asumir lo peor».
Dijo Helaine, quien ha pasado al rededor de 460 horas bajo la aguja de los tatuadores.
Helaine, quien comenzó a decorar su piel a los 27 años, dijo que a pesar de los obstáculos, seguiría con la carrera que eligió. «Soy maestro de escuela primaria, amo mi trabajo».
Agregó que espera transmitir a sus estudiantes el respeto por el otro, así como aceptar a las personas fuera de lo considerado normal.
«Quizás cuando sean adultos serán menos racistas y menos homofóbicos y de mente más abierta».
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