La menor, fue diagnosticada con insuficiencia hepática
Familiares de Jakelin, la niña migrante guatemalteca de 7 años de edad que murió después de ser detenida por agentes de la frontera de Estados Unidos este mes, afirmaron que soñaba con poder enviar dinero a casa para apoyar a su empobrecida familia.
Nery Caal, de 29 años, y su hija Jakelin formaban parte de un grupo de más de 160 migrantes que se entregaron a los agentes fronterizos estadounidenses en Nuevo México el 6 de diciembre.
Jakelin tuvo fiebre alta mientras estaba bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Murió dos días después en un hospital en El Paso, Texas.
“La nena decía que cuando ella fuera grande iba a trabajar e iba a mandar pisto (dinero) a la mamá y a la abuela”, dijo su madre Claudia Maquin, quien tiene tres hijos más, que hablan la lengua maya Q’eqchi y evidencian poca emoción.
El 1 de diciembre, Caal y su hija viajaron más de 3,220 kilómetros para que el padre de Jakelin pudiera buscar trabajo en Estados Unidos, dijo su madre, quien se enteró de la muerte de la niña a través de funcionarios consulares.
Casi el 80 por ciento de la población indígena de Guatemala es pobre, y la mitad de ese grupo vive en pobreza extrema. El alcalde de Raxruhá, César Castro, describió a la familia Caal como una de las que viven en peores condiciones en el pueblo.
La muerte de Jakelin sumó críticas a las políticas de inmigración de línea dura del presidente Donald Trump por parte de los defensores de los inmigrantes y los demócratas en el Congreso de los Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos defendió el trato hacia Jakelin y dijo que no había indicios de que tuviera algún problema médico hasta varias horas después de que ella y su padre fueron puestos bajo custodia.
El padre, hablando a través de un representante en Texas, estuvo de acuerdo con esa información y dijo que la niña no mostraba señales de angustia en la frontera.
La familia, en una declaración emitida por sus abogados en El Paso, denominó como erróneos los reportes de medios de comunicación que la niña había pasado días sin comida ni agua o que se había deshidratado gravemente.
Jakelin fue diagnosticada con insuficiencia hepática. Murió en la mañana del 8 de diciembre, con su padre en el hospital. Las autoridades estadounidenses están investigando la muerte.
Contenido relacionado
Gobiernos de Guatemala y EE.UU. entran en debate por muerte de menor migrante