
Los ataques militares de Israel en Gaza ha dejado más de 48 mil palestinos muertos; reportan al menos 470 muertos en las últimas 24 horas
Israel anunció nuevos ataques y operaciones terrestres en Gaza y lanzó una “última advertencia” a los pobladores del territorio para que regresen a los rehenes y echen al movimiento islamista Hamás del poder.
Israel llevó a cabo esta semana la oleada más mortífera de bombardeos desde el inicio de la tregua en enero, matando a cientos de personas, según el Ministerio de Salud del territorio palestino, gobernado por Hamás.
La Defensa Civil de Gaza indicó que 470 personas murieron en los bombardeos israelíes iniciados en la madrugada del martes, entre ellas 14 miembros de la misma familia el miércoles en el norte del territorio.
Fred Oola, médico del hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah, afirmó que la reanudación de los ataques rompió la relativa calma de los dos últimos meses.
“Ahora podemos sentir el pánico en el aire (…) y podemos ver el dolor y la devastación en los rostros de las personas a las que ayudamos”, declaró en un comunicado.
El ejército israelí indicó en un comunicado que “en las últimas 24 horas (…) iniciaron operaciones terrestres selectivas en el centro y sur de la Franja de Gaza para ampliar el perímetro de seguridad”.
“Residentes de Gaza, esta es la última advertencia”, declaró el ministro de Defensa, Israel Katz. “Devuelvan a los rehenes y eliminen a Hamás, y se abrirán otras opciones, incluida la posibilidad de marchar a otros lugares del mundo para quienes lo deseen”.
Al igual que la víspera, en el norte de Gaza, hombres, mujeres y niños huyeron el miércoles en medio de un paisaje arrasado, a pie o hacinados en carretas, un éxodo que ya vivieron durante los meses de guerra.
Puerta abierta a las negociaciones
En el centro de Gaza, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) anunció que uno de sus empleados murió y otras cinco personas resultaron heridas en Deir al Balah por un “artefacto explosivo” que golpeó uno de sus edificios.
El Ministerio de Salud del gobierno de Hamás culpó a Israel, mientras que el ejército negó haber bombardeado un edificio de la ONU.
La cancillería israelí anunció posteriormente que estaba investigando “las circunstancias” de la muerte “de un ciudadano búlgaro, empleado de la ONU”, insistiendo en que no había “ninguna conexión con ninguna actividad” del ejército israelí.
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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había pedido una “investigación completa” sobre el incidente. Reino Unido exigió igualmente una “investigación transparente”.
Por ahora, Hamás no ha respondido militarmente a los ataques y un responsable del grupo declaró que están abiertos a entablar conversaciones para volver a encauzar el alto el fuego.
“Hamás no cerró la puerta a las negociaciones”, pero insiste en que “no hay necesidad de nuevos acuerdos”, afirmó Taher al Nunu, un alto mando del movimiento, instando a que Israel sea obligado a aplicar el acuerdo de tregua existente.
También pidió que arranque “la segunda fase de las negociaciones”, previstas por el acuerdo de tregua en vigor desde el 19 de enero.
Manifestación en Jerusalén
Los ataques en Gaza, realizados en “total coordinación” con Estados Unidos, según dijo Israel, provocaron indignación en los países árabes, Irán y en Europa.
En Jerusalén miles de manifestantes abuchearon al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, acusándolo de tomar una deriva antidemocrática y de continuar la guerra contra Hamás sin tener consideración por los rehenes en manos del movimiento palestino.
“Esperamos que todo el pueblo de Israel se una al movimiento y continúe hasta que se restablezca la democracia y que se liberen los rehenes”, dijo Zeev Berar, de 68 años, que acudió a manifestarse desde Tel Aviv.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, 58 permanecen en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército.
La primera fase de la tregua, que venció el 1 de marzo, supuso la devolución a Israel de 33 rehenes, ocho de ellos muertos, y la liberación de unos mil 800 detenidos palestinos.
Desde entonces, se estancaron las negociaciones realizadas con la mediación de Catar, Estados Unidos y Egipto.
Hamás quiere pasar a la segunda fase del acuerdo, que prevé un alto al fuego permanente, la retirada israelí de Gaza, la reapertura de los pasos fronterizos para la ayuda humanitaria y la liberación de los últimos rehenes.
De su lado, Israel quiere que la primera fase se prolongue hasta mediados de abril y, para pasar a la segunda, exige la “desmilitarización” de Gaza y la salida de Hamás, que gobierna el territorio desde 2007.
El ataque de Hamás del 7 de octubre dejó mil 218 muertos en el lado israelí, que lanzó una ofensiva de represalia que ocasionó al menos 48 mil 570 muertes.