Como parte de su Legacy Of The Beast Tour, Iron Maiden mostró su brutalidad sonora y escénica
La banda británica Iron Maiden mostró el poderío que tiene su show Legacy Of The Beast Tour la noche del viernes en el Palacio de los Deportes, con una descarga escénica de locura y una brutalidad sonora al puro estilo heavy metal.
Las 21:05 horas fue el punto de partida para que el Domo de Cobre estremeciera con la presencia del vocalista Bruce Dickinson, Steve Harris en el bajo y Nicko McBrain en la batería, así como los guitarristas Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gers.
Una producción de alto nivel y calidad maravilló las miradas de los 21 mil 650 asistentes, quienes tuvieron desde el arranque un despliegue narrativo para las locuaces rolas.
“Aces High” trajo consigo un monumental avión de guerra sobrevolando el entablado de dos niveles donde se le veía correr a Bruce, quien además tuvo incesantes cambios de vestuario siempre haciendo gala de su ácida y áspera vocalización.
Esto es para ustedes. ??#IronMaidenMx pic.twitter.com/aac2J8KW0t
— Ocesa Rock (@ocesa_rock) September 28, 2019
Cada corte tuvo una historia diferente dibujada en lienzos monumentales como telón de fondo, en donde también se vio la figura enigmática de su personaje de ficción y mascota Eddie The Head.
Todos los feroces acordes retumbaron con una infinita calidad de sonido y altos decibeles, llenando de alegría metalera, berridos, brincos y slam, para “Where Eagles Dare” y “2 Minutes to Midnight”, además de “The Clansman”, con la cual los reunidos gritaron el ensordecedor coro: “¡freedom, freedom, freedom, freedom!”.
Los músicos usaron por momentos sombreros de charro al igual que el vocalista que también levantó la bandera de México y Reino Unido, tras una batalla de espadas con un gigantesco Eddie.
La agrupación metalera fundada en 1975 regaló “The Trooper” y “Revelations”, destacando “Flight of Icarus”, escenificada por una figura tridimensional colosal del mítico Ícaro en desplome al desplegar sus alas.
La celebración tuvo además para el cierre “The Number of the Beast” y la homónima “Iron Maiden”, cuyo acto tuvo en su esplendor a un monumental lucifer al fondo del escenario desatando fuegos artificiales y llamaradas infernales.
El encore daba cerrojazo a una noche inolvidable con “Hallowed Be Thy Name” y “Run to the Hills”, mientras Bruce Dickinson hacia detonar una caja de TNT para derrochar una dosis más de pirotecnia.
La pachanga metalera culminó a las 23:00 horas al tiempo que todos los integrantes se despidieron contentos por el magistral espectáculo y para agradecer a su gente que tuvo una entrega por demás demoledora.
Iron Maiden repetirá este genial show en el Palacio de los Deportes hoy 29 de septiembre y una fecha más el lunes 30 del presente.
Fotos: César Vicuña / OCESA
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