Mientras que la NFL confirmaba ayer mediante un comunicado oficial que jamás recibió un reporte por parte de los Patriotas de que el quarterback Tom Brady hubiese sufrido una conmoción, otras voces se levantaron en torno a las declaraciones de la modelo Gisele Bundchen, esposa del número 12 de Nueva Inglaterra.
A mí no me gustaría preocupar a mi esposa”, dijo Drew Brees, pasador de los Santos de Nueva Orleans, a The Dan Patrick Show.
El miércoles, Bundchen declaró en una entrevista que replicaron diversos medios en Estados Unidos que Tom Brady sufrió una conmoción en 2016 y que, de hecho, había sufrido varias a lo largo de su carrera.
De ser cierto esto, los Pats habrían incurrido en una falta al nuevo protocolo de conmociones, que obliga a los equipos a reportarlas a la NFL, para que se lleve a cabo un protocolo. Si un equipo oculta tales hechos, puede ser castigado con 150 mil dólares o hasta la pérdida de selecciones de draft.
Brees, no obstante, señaló que en ocasiones el propio jugador desconoce si está sufriendo una conmoción, como le ocurrió a él durante un partido con los Cargadores de San Diego, su primer equipo en la NFL, en 2004.
Sabía que algo no estaba bien, sabía que estaba conmocionado”, dijo el estelar quarterback al recordar el momento. “Pero no me salí del juego. Quiero decir, me quedé en el terreno y jugué tanto como pude, hasta que finalmente un coach me sacó de un tirón y me dijo, ‘te estoy viendo desde aquí y no vas a jugar más’. Por eso es que es difícil cambiar la mentalidad de los muchachos. Estás al calor del momento, al calor de la batalla, eres muy competitivo, no quieres salirte del juego. Por eso es que los protocolos de conmoción te ponen en manos de especialistas neurológicos independientes, de los trainers y de los réferis. Se supone que todo el mundo debe estar al tanto”.