Por su parte, el gobierno de Volodimir Zelensky acusó este martes a las fuerzas rusas de torturas a las tropas de Ucrania en sillas eléctricas
Las fuerzas rusas y los separatistas armados a los que apoya han sometido a prisioneros ucranianos a ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual y otros abusos, denunció este martes en un informe la oficina de derechos humanos de la ONU.
El reporte de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) encontró violaciones de derechos por parte de ambas partes en el conflicto, pero expresó especial preocupación por el maltrato de civiles y prisioneros de guerra por parte de las fuerzas rusas y grupos armados afiliados.
“El ataque armado en curso de la Federación Rusa contra Ucrania y las hostilidades asociadas han resultado en una situación desesperada de derechos humanos en todo el país. El conflicto armado ha dado lugar a una amplia gama de violaciones que afectan tanto a civiles como a combatientes”, apunta el informe
Matilda Bogner, directora de HRMMU, dijo que los prisioneros de guerra ucranianos enfrentaban graves riesgos para su salud y seguridad por parte de sus captores rusos y prorrusos.
“Han sido objeto de un trato cruel y degradante por parte de las fuerzas de seguridad rusas y de los grupos armados afiliados que parecen ser sistemáticos”, dijo, al presentar el informe en una conferencia de prensa en Kiev.
El ACNUDH publicó su informe días después de que el jefe de un organismo de investigación con mandato de la ONU dijera que Rusia había cometido crímenes de guerra, incluidas violaciones, torturas, ejecuciones y confinamiento de niños en las áreas que ocupaba en Ucrania.
Dijo que continuaba documentando y verificando las denuncias de ejecuciones sumarias y asesinatos de cientos de civiles por parte de las fuerzas armadas rusas en las regiones de Kiev, Sumy y Járkov, áreas ocupadas anteriormente por las fuerzas rusas y ahora nuevamente bajo control ucraniano.
La misión dijo que las violaciones de derechos contra los militares ucranianos incluyeron ejecuciones extrajudiciales, violencia sexual, negación de un juicio justo y falta de alimentos, agua y asistencia médica. “Algunas de estas violaciones pueden equivaler a crímenes de guerra”, dijo el informe.
La ACNUDH también apuntó que había documentado al menos seis asesinatos de civiles percibidos como traidores por supuesta colaboración con Rusia en las áreas ocupadas.
Ucrania aumenta reportes
Por su parte, el gobierno de Volodimir Zelensky acusó este martes a las fuerzas rusas de torturas a las tropas de Ucrania en sillas eléctricas, una denuncia que ha cobrado fuerza en las últimas semanas, al recuperarse territorios que estaban en manos de efectivos del Kremlin.
“Otra cámara de tortura rusa en los territorios desocupados cerca de Kharkiv. Así es como se ve una silla eléctrica rusa. Solo que esto no es un instrumento de justicia para los criminales, sino una herramienta para los verdugos y sádicos rusos que torturaron a los ucranianos”, señaló el Ministerio de Defensa de Ucrania, en una publicación que acompañó con la foto de lo que, dijo, era una silla eléctrica utilizada por los soldados del Kremlin para torturar a las tropas ucranianas.
Tras la recuperación de la ciudad de Izium, en Kharkiv, no sólo se reveló la existencia de fosas masivas donde fueron enterradas familias enteras de ucranianos en el lapso en que estuvo bajo dominio ruso, según denunciaron las autoridades ucranianas.
Soldados denunciaron haber sido torturados. También ciudadanos como Maksim Maksimov, quien señaló que tras ser detenido, soldados rusos le dieron descargas eléctricas en el sótano de la comisaría de Izium. Lo sentaron en una silla de oficina y le colocaron una pinza de cocodrilo en zigzag en el dedo, informó tras ser liberado al ingresar las tropas ucranianas a la ciudad. Lo conectaron por cable a un anticuado teléfono militar de campaña soviético.
Según la narración de Maksimov, de la que se hicieron eco medios como The Guardian, un soldado accionó la manivela, haciéndola girar cada vez más rápido. Esto envió un pulso insoportable a través del cuerpo de Maksimov.
“Me desplomé. Me levantaron. Tenía una capucha en la cabeza. No podía ver nada. Mis piernas se adormecieron. No podía oír por el oído izquierdo”, recuerda. “Luego lo volvieron a hacer. Me desmayé. Volví en mí 40 minutos después, de nuevo en mi celda”.
El ejército ruso ocupó la comisaría de Izium en abril. Según Maksimov, editor de 50 años, los soldados acorralaron a todos los sospechosos de tener opiniones proucranianas.
El ucraniano dijo que los rusos buscaban a militares veteranos, voluntarios de la guardia nacional y funcionarios del ayuntamiento. Llevaban una lista de nombres. Algunos políticos locales parecen haber colaborado, indicó. Entre ellos, varios diputados del ayuntamiento y un jefe de policía retirado, Vladislav Sokolov, que se convirtió en el nuevo “alcalde” pro-Vladimir Putin de Izium.
Los residentes no pudieron decir a las fuerzas ucranianas cuántas personas desaparecieron durante los cinco meses de ocupación rusa de la ciudad.
Pero el hallazgo de las fosas masivas, con cientos de cuerpos, da una idea de lo que ocurrió en el lugar. Naciones Unidas dijo que enviaría una misión para verificar las acusaciones.
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CAB