La inflación de Estados Unidos batió en junio un nuevo récord, en los últimos cuarenta años, al situar su tasa interanual en 9.1 por ciento
La inflación de Estados Unidos se aceleró en junio más de lo previsto, lo que pone de relieve las implacables presiones sobre los precios que mantienen a la Reserva Federal (Fed) encaminada hacia otra gran subida de tipos de interés a finales de este mes.
El índice de precios al consumidor subió 9.1 por ciento respecto al año anterior, la mayor ganancia desde finales de 1981, según mostraron datos del Departamento de Trabajo este miércoles. El indicador de inflación ampliamente seguido aumentó 1.3 por ciento respecto al mes anterior, la mayor cantidad desde 2005, lo que refleja mayores costos de gasolina, vivienda y alimentos.
Los precios en las gasolineras del país alcanzaron un máximo de más de 5 dólares por galón a mediados de junio y agregarán al menos 0.5 puntos porcentuales al avance mensual general del IPC, según Bloomberg Economics antes del informe de este miércoles.
Los economistas proyectaron un aumento del 1.1 por ciento desde mayo y un aumento interanual del 8.8 por ciento, según las medianas de la encuesta de Bloomberg.
El llamado IPC subyacente, que excluye los componentes más volátiles de alimentos y energía, avanzó un 0.7 por ciento respecto al mes anterior y un 5.9 por ciento respecto al año anterior, por encima de las previsiones.
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La inflación de EU ha sumado varios meses con registros no vistos desde hace 40 años, por lo que la Fed tomará medidas estrictas para intentar mitigar las presiones inflacionarias.
En cuanto a los alimentos, sus precios han subido en un año 10.4 por ciento, la mayor alza desde febrero de 1981.
La tasa interanual de la inflación subyacente, que mide el encarecimiento de los precios exceptuando la energía y los alimentos, fue de 5.9 por ciento.
La elevada inflación que afecta desde hace meses a la economía estadounidense ha llevado a la Reserva Federal a sucesivas subidas de tipos de interés que van a continuar, previsiblemente, en el futuro, para contener la escalada de precios.
La Reserva Federal (Fed) ya ha advertido en varias ocasiones de que priorizará la bajada de la inflación aunque sus medidas de política monetaria restrictiva puedan afectar a la evolución económica.
Los altos precios de la gasolina, que estaban aumentando mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania, ayudan a explicar tanto los pésimos índices de aprobación del presidente Joe Biden como el viaje que realiza este día al Medio Oriente, donde espera convencer a los líderes árabes de que produzcan más petróleo.
Mientras tanto, los precios de los alimentos muestran pocas señales de alivio. Las cifras de Numerator, un proveedor de datos utilizados para la investigación de mercado, dice que su última encuesta de consumidores muestra que la inflación de los alimentos alcanzó un nuevo máximo de más del 15 por ciento en el último período de cuatro semanas en comparación con el año pasado.
Y aunque el índice de precios digitales de Adobe mostró una fuerte desaceleración en la tasa de inflación de los productos comprados en línea, los precios de los comestibles avanzaron al máximo registrado.
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CAB