La UE desea fijar protocolos para evitar que las empresas tecnológicas actúen injustamente.
Las grandes empresas tecnológicas deberán pagar multas cuantiosas en la Unión Europea y Gran Bretaña si practican una competencia desleal o si se abstienen de proteger a los usuarios en sus plataformas, según iniciativas de regulaciones develadas el martes por las autoridades en Bruselas y Londres.
Las propuestas tendrán cláusulas particulares para las compañías con “características de mayor riesgo”, una probable referencia las empresas tecnológicas de redes sociales como Facebook, TikTok, Instagram y Twitter.
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Ambas normativas incluyen medidas específicas orientadas a las más grandes compañías tecnológicas. La UE desea fijar protocolos para evitar que las empresas tecnológicas actúen injustamente. La idea es evitar futuras transgresiones y no tanto castigar malas conductas una que ya ocurrieron, como lo ha hecho hasta ahora.
La UE presentó su esperada reforma amplia a la normativa digital mientras el gobierno británico publicaba su propio plan para evitar la propagación de contenidos nocivos en línea, indicio que ha comenzado una nueva de la regulación tecnológica en Europa.
Por ejemplo, de ahora en adelante las grandes compañías tecnológicas no le podrán impedir a un usuario quitar un software o una aplicación a su dispositivo digital y no podrán usar datos de usuarios para competir en su contra.
Las nuevas normas contemplan multas de hasta 10% de los ingresos anuales de una empresa. Además, fijan tres criterios para definir una potencia digital: aquellas compañías que en los últimos tres años hayan obtenido por lo menos 6 mil 500 millones de euros en Europa; o que tengan un valor de mercado de al menos 65 mil millones de euros y por lo menos 45 millones de usuarios mensuales; o las que tengan por lo menos 10 mil usuarios corporativos al año.
Otro capítulo del nuevo reglamento de la UE actualiza las normas para el comercio electrónico a fin de obligar a las plataformas a asumir más responsabilidad por los bienes y servicios que venden.
Ello implica identificar a los vendedores para poder detectar actos ilícitos, más transparencia hacia el usuario en cuanto cómo los algoritmos están creando recomendaciones, o borrar rápidamente contenido ilegal como la retórica racista. Las transgresiones serán multadas con hasta 6% de los ingresos anuales.
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AFG