Meteorólogos señalan que el calentamiento global está causando que el hielo en los polos se derrita cada vez más rápido y el hielo está en niveles mínimos
Los efectos del cambio climático se resienten en varias partes del mundo, especialmente en las zonas más gélidas de nuestro planetas, las cuales están cediendo rápidamente ante el calentamiento global.
El acelerado decremento de estas áreas ha puesto en alerta a los especialistas, quienes revelaron que en menos de un día se pierden más de 712 kilómetros cuadrados de hielo en Groelandia, lo que significa una aceleración de 40 años.
El descubrimiento ocurrió el pasado miércoles 12 de junio cuando el National Snow and Ice Data Centre de la Universidad de Colorado Boulder, reveló que la coincidencia de varios factores, como la Oscilación del Atlántico Norte ha fomentado el derretimiento del hielo.
A esto se le suma el calentamiento a largo plazo impulsado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que el cambio climático también ha debilitado las corrientes de aire, permitiendo que un sistema de clima cálido y húmedo se asiente sobre el noreste de Groenlandia.
Por su parte, el Instituto Meteorológico de Dinamarca compartió la imagen de una exploración de rutina en la que se esperaba recuperar herramientas de monitoreo oceanográfico y meteorológico colocadas en el hielo el año pasado, encontrándose en su lugar un enorme manantial de agua y los instrumentos flotando en la inundación del derretimiento.
En su fotografía, del 13 de junio, se puede apreciar a varios perros esquimales tirando de un trineo con las patas bajo el agua, cuando entre lo que tendrían que estar caminando debería ser una capa de hielo, de 1.2 metros de espesor.
La “temporada de fusión” en Groenlandia abarca de junio a agosto, pero el deshielo en sí se registra entre julio y agosto, no en junio.
Meteorólogos señalan que el calentamiento global está causando que el hielo en los polos se derrita cada vez más rápido. En el Océano Ártico, el hielo está en niveles mínimos para esta época consecuencia de las altas temperaturas en la región, las cuales oscilaron entre los 17.3 y los 15 grados centígrados en el norte de Groenlandia.
El mayor impacto de este cambio es en los osos polares, que cada vez tienen mayores dificultades para encontrar alimento en su hábitat natural y por ello viajan varios kilómetros para comer algo.
Un claro ejemplo de esto es el animal que fue encontrado a las afueras de la ciudad Norilsk, en el Ártico ruso.
Estas imágenes comenzaron a circular, el domingo, en redes sociales de gente de la comunidad. En ellas se ve al oso hambriento en la zona industrial de Talmaj, al noreste del poblado.
Se desplazaba en los alrededores de una fábrica bajo el control de la policía y servicios de urgencia, quienes en todo momento garantizaron su seguridad y la de las personas.
Contenido relacionado