Carlo Acutis, conocido como el santo millennial, será canonizado por la Iglesia Católica después de la confirmación de un segundo milagro.
Carlo Acutis, un adolescente apasionado por internet y conocido como el “ciberapóstol”, cuya muerte en 2006 conmocionó a Italia, será canonizado tras la atribución de un segundo milagro por la Iglesia Católica. El Vaticano hizo el anuncio recientemente, destacando la relevancia de este joven en la era digital.
El Papa Francisco ha otorgado autorización al Dicasterio para la Causa de los Santos, el órgano responsable de las beatificaciones y canonizaciones, para “promulgar el milagro atribuido al beato Carlo Acutis”. Este reconocimiento marca un paso crucial en el proceso de canonización.
Con un talento excepcional para la informática y una fe intensa desde temprana edad, Carlo Acutis creó páginas web religiosas y una exposición que documentaba los milagros eucarísticos. Su dedicación y creatividad lo convirtieron en un referente para la evangelización en el mundo digital.
Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis, expresó su “gran alegría” al enterarse de la noticia de la canonización. “El Señor ha respondido al deseo de tantas personas que han rezado por su canonización”, declaró a Radio Vaticano.
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Carlo, nacido en Londres el 3 de mayo de 1991 de padres italianos, falleció de leucemia fulminante a los 15 años el 12 de octubre de 2006 en Monza, cerca de Milán. Sus palabras: “Todos los hombres nacen como originales, pero muchos mueren como fotocopias, ¡no permitas que te pase a ti!”, siguen resonando hoy en día, destacando la importancia de la autenticidad y el propósito de vida.
El Papa Francisco incluyó esta cita en un documento dirigido a los jóvenes en 2019, advirtiéndoles sobre los “gigantescos intereses económicos” en internet y la propagación de “noticias falsas”.
Carlo Acutis fue declarado “venerable” en 2018. Su beatificación fue posible gracias al reconocimiento de un primer milagro por parte del Vaticano en 2020. En 2013, un niño brasileño con problemas digestivos y una rara anomalía del páncreas se recuperó sin necesidad de cirugía después de que su familia rezara a Carlo, un suceso que la Iglesia Católica consideró un milagro.