El sur de Florida se enfrenta este fin de semana al “impacto” del huracán Irma, de categoría 5, el más fuerte registrado nunca en el Atlántico.
La escala con la que se mide la intensidad de los huracanes se conoce como Saffir-Simpson, y divide estos fenómenos naturales en 5 categorías de acuerdo con la velocidad de sus vientos y la marejada ciclónica, que es un incremento anormal en el nivel del mar tras una tormenta.
La escala también calcula el daño que puede ocurrir cuando el huracán toque tierra.
En el caso de la categoría 5, son el tipo más mortífero de huracán y dejan a su paso devastación y muerte. Los vientos superan los 250 kilómetros por hora y las olas llegan a los 6 metros o más. Los techos de la mayoría de viviendas colapsan o son arrastrados por los vientos y las viviendas más pequeñas pueden elevarse. Ventanas y puertas sufren daños severos.
El mundo ha experimentado varios huracanes de esta categoría, aquí un recuento de su devastación:
Gilberto
En septiembre de 1988, el Caribe mexicano fue azotado por el huracán Gilberto, considerado como uno de los fenómenos meteorológicos más devastadores en el país.
Después de su paso por Jamaica, el ciclón tocó tierra el 14 de septiembre en las costas de Quintana Roo, con vientos de hasta 285 kilómetros por hora, y alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir Simpson. En el Caribe mexicano, dejó inundaciones, la muerte de 26 personas, daños en playas de Cancún y pérdida de hectáreas de cultivo de frijol y maíz.
Su devastación no terminó ahí, pues cuando se creía que el ciclón ‘daba tregua’ a las costas mexicanas, recobró fuerza e ingresó a Monterrey, donde las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Santa Catarina, lo que dejó más de 200 personas muertas, algunas de ellas arrastrados por la corriente.
En total, el paso de Gilberto por México dejó cerca de 675,000 personas damnificadas y daños materiales superiores al billón de pesos, en áreas como infraestructura, ganadería, pesca y agricultura, según cifras del gobierno mexicano.
Wilma
En octubre de 2005, la Península de Yucatán fue alcanzada por el huracán Wilma, de categoría 5, que tocó tierra con una fuerza de 275 kilómetros por hora, poniendo en alerta a 81 municipios de la zona.
Sus daños más severos se registraron principalmente en el municipio de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo, uno de los centros turísticos más importantes del país.
Otras zonas afectadas, aunque en menor grado, fueron Playa del Carmen y las islas de Cozumel y Mujeres. En total, la población afectada fue de 540,000 personas.
Aunque Wilma únicamente provocó la muerte de ocho personas a su paso por las costas del Caribe, los daños materiales alcanzaron los 18,772 millones de pesos, según un reporte de la Dirección General de Protección Civil del gobierno federal.
Katrina
Hace doce años, el 29 de agosto de 2005, el huracán Katrina tocó tierra cerca de Nueva Orleans. Fue uno de los desastres naturales más devastadores que se produjeron en los Estados Unidos, y en la región todavía se ven sus cicatrices.
El 30 de agosto, Katrina arremetió contra el sur de EEUU con vientos de 233 km/h y una cegadora lluvia que inundó viviendas y arrancó parte del techo de un estadio donde estaban refugiados millares de personas en Nueva Orleáns.
El paso devastador de Katrina dejó entre mil 800 y 2 mil muertos.
Félix
El poderoso huracán Félix dejó en 2007, a su paso por Nicaragua, más de un centenar de muertos, casi 200.000 damnificados y un rastro de hambruna y enfermedad que lo ha convertido en el peor desastre en el país de la década.
Félix, que tocó tierra nicaragüense el 4 de septiembre de 2007 con una intensidad de categoría cinco, con vientos de 260 kilómetros por hora, arrasó la Región Autónoma del Caribe Norte (RAAN), habitada en su mayoría por indígenas miskitos y mayagnas, la más pobre del país.
También, devastó unas 21.000 viviendas y causó cuantiosos daños en la infraestructura, la agricultura, la pesca y el medioambiente en 1,3 millones de hectáreas de bosques, incluida la reserva de la biosfera de Bosawás.
Patricia
El 23 de octubre de 2015, la inminente llegada del huracán Patricia prendió las alertas en México, pues se pronosticaba como el ciclón más devastador que habría tocado territorio nacional a lo largo de su historia.
Su rápida evolución, de tormenta tropical a huracán de categoría 5 en menos de 10 horas, llevaron al Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) a catalogarlo como una “proeza extraordinaria”.
Se preveía que los estados más afectados serían Jalisco, Nayarit, Colima y Michoacán, lo que derivó en el traslado de turistas y habitantes a la Ciudad de México, a fin de resguardarlos del impacto del fenómeno natural.
Al entrar a territorio mexicano, Patricia se degradó a categoría 1 y ocasionó daños en 41 municipios.
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