De Política Y…Los Otros Datos
La destrucción tocó Acapulco y el gobierno que tanto predica que está del lado del pueblo, hoy parece que lo ha dejado solo.
Como ya es costumbre, los integrantes del gabinete de la 4T dejaron en el presidente, Andrés Manuel López Obrador, toda la carga negativa sobre la falta de prevención ante la llegada del huracán Otis que pegó como categoría 5 el emblemático puerto.
A unas horas del impacto de este fenómeno natural, fue el jefe del Ejecutivo federal, quién tuvo que informar de manera apresurada a la gente de Guerrero que debían resguardarse.
De nueva cuenta falló (primero fueron los 10 mineros en El Pinabete, en Sabinas, Coahuila) el inútil y deficiente trabajo de la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, para prevenir al presidente López Obrador y la gobernadora (ausente) de Guerrero, Evelyn Salgado de la catástrofe que venía.
De nuevo está funcionaria, de medio pelo y mediocre, salvará su puesto en el gobierno de la 4T, porque será el inquilino de Palacio Nacional, quién asuma toda la responsabilidad de tan lamentables acontecimientos.
Sin embargo, hay otros funcionarios de primer nivel que también fueron omisos y mediocres en su actuación ante la furia del huracán Otis.
La lista la encabeza la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; después la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez y súmele a los titulares de las secretarías de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, y de la Marina, Rafael Ojeda, a quienes el presidente López Obrador instruyó desde el primer minuto de este miércoles asumir el rescate de los miles de damnificados de Acapulco.
El presidente en su púlpito presidencial (la conferencia mañanera) daba a conocer a los medios de comunicación que estaban presentes en Palacio Nacional, que estos funcionarios (de cuarta) ya estaban en Acapulco para atender la emergencia, cuando horas después tuvo que rescatarlos porque estaban varados en los límites de los estados de Morelos y Guerrero.
Entonces vino, como es costumbre de estos servidores públicos, cargarle el muerto a López Obrador, para armar un “espectáculo” de cómo se atascó el vehículo todo terreno en el que viajaba, para después dar lugar a las imágenes del presidente caminando en medio de veredas y el lodo y de ahí parte mi argumento, que estos secretarios, siguen en cargo por la fuerza política y moral que les da su líder, ya que ellos solos no representan nada.
Para colmo de males está la gobernadora ausente, Evelyn Salgado, quien, en medio de la desgracia que padece el pueblo de Guerrero, nomás no se deja ver por ningún lado, lo cual también ha despertado suspicacias sobre su paradero.
Otra peor es la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández , quien en medio de la falta de lo más indispensable entre la gente que vive en Acapulco, se le ocurrió un evento multitudinario. No tienen nada de calidez humana.
En fin, lo que vemos ahora los mexicanos son servidores públicos que viven solo de la presencia y sombra del hombre más poderoso de nuestro país, quien, por cierto, concluye su gobierno el próximo año y ya no podrán mantenerse en otros cargos a costillas de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador.
Tony Rodríguez le arrebata Tlalnepantla a Morena
No cabe duda de que algunos morenistas en el Estado de México no tienen claro, o más bien, no entienden aquello que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado una y otra vez en su conferencia mañanera en el sentido que aborrece a aquellos personajes que pretenden lucrar y sacar raja política de la sociedad.
Lo digo por el diputado local de Morena, Max Correa, a quien bien haría su líder máxima en llamarle la atención, ya que pretende lucrar con uno de los temas más sensibles de los mexiquenses, la seguridad pública. Resulta que el legislador ha estado presente en las Mesas de Coordinación para la Construcción de La Paz que ha encabezado la gobernadora, Delfina Gómez, en el municipio de Tlalnepantla.
En estos trabajos, se dan a conocer información delicada y relevante, lo cierto, es que la mandataria mexiquense ha reconocido la disminución de los índices delictivos en la localidad; además de las labores en el terreno social, educativo y salud que realiza el alcalde Antonio Rodríguez, en pocas palabras, la gobernadora, Delfina tiene claro que será complicado para Morena recuperar este que era uno de sus principales bastiones, esto por la buena labor hecha por el priista mejor conocido como Tony Rodríguez.
El asunto vergonzante, es que a pesar de la lectura política que tiene la mandataria en Tlalnepantla, el legislador, Max Correa se ha dedicado a publicar información contraria a la que conoce y de la cual Delfina Gómez es testigo, en pocas palabras trata de sacar raja política.
Lo cierto, es que en Palacio Nacional tienen claro que Tlalnepantla es uno de los municipios que tienen perdidos en la elección para alcaldes en 2024.