Se trata del segundo paro general desde que el gobierno de Macri suscribió en junio un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por 50 mil millones de dólares
Este martes 25 de septiembre, Argentina se encuentra paralizada con una huelga nacional de 24 horas convocada por las tres centrales sindicales del país contra la política económica de Mauricio Macri.
La medida de fuerza comenzó el lunes al mediodía con un paro de 36 horas organizado por las dos centrales obreras minoritarias agrupadas en la Central de Trabajadores de Argentina (CTA, de izquierda) que incluyó incidentes aislados y una movilización a la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de gobierno.
Con las cifras macroeconómicas en declive, especialmente la inflación, que ya se proyecta por encima de 40 por ciento para 2018, y el Producto Interno Bruto, calculado en -2.4 por ciento para fin de año, los sindicatos detienen en esta jornada el transporte público, el tráfico aéreo, la carga terrestre, la banca y la administración pública, incluyendo escuelas y hospitales.
Se trata del segundo paro general desde que el gobierno de Macri suscribió en junio un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por 50 mil millones de dólares, de los cuales ya recibió 15 mil millones, pero que espera poder ampliar a un monto superior.
El desempleo sigue al alza, con 9.6 por ciento en el segundo semestre de 2018, y se calcula que el índice de pobreza que se anunciará esta semana romperá la tendencia a disminuir que traía y que la ubicó en 25 por ciento al cierre de 2017.
Una huelga anterior, el pasado 25 de junio, dejó pérdidas por unos 29 mil millones de pesos, entonces equivalentes a unos mil millones de dólares.
Macri, un liberal de centroderecha, insiste en que Argentina no puede gastar más de lo que produce y se ha propuesto alcanzar un déficit primario cero para 2019. Para ello, necesita que el Congreso, en el que no cuenta con la mayoría, le apruebe el proyecto de presupuesto que introdujo la semana pasada.
La presión de los sindicatos, que exigen ajustes salariales acordes con la inflación, es uno de sus principales obstáculos.
La huelga coincide con el día en que Macri se dirige en un discurso a la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.
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