El hombre, de quien no se dio a conocer su edad, manifestó después su deseo de cumplir con su obligación militar, lo que le permitió evitar la prisión.
Un hombre surcoreano, que había intentado deliberadamente engordar para eludir el servicio militar obligatorio, ha logrado evitar la prisión tras comprometerse a cumplir con su deber. Un tribunal de Seúl lo sentenció a un año de cárcel, con una suspensión de dos años, por infringir la Ley de Servicio Militar.
El hombre, cuya identidad no fue revelada, logró evitar el servicio militar activo en junio de 2022 al alcanzar un peso de 102 kilos, lo que lo clasificaba como obeso según su índice de masa corporal. Esto ocurrió seis años después de haber sido declarado apto para el servicio en un examen físico inicial. En su sentencia, el juez destacó que el acusado había llevado a cabo un plan deliberado para aumentar su peso con el fin de eludir el servicio militar.
El hombre, cuya edad no se dio a conocer, manifestó luego su intención de cumplir con su obligación militar, lo que influyó en la decisión del tribunal de suspender su sentencia. Por otro lado, un amigo que lo instó a seguir este régimen extremo fue condenado a seis meses de prisión, con suspensión de un año, por complicidad en el delito.
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Desde la Guerra de Corea, todos los hombres sanos en Corea del Sur están obligados a cumplir al menos 18 meses de servicio militar antes de los 28 años, una normativa que ha generado controversias a lo largo del tiempo. Varios jóvenes han intentado eludir el reclutamiento mediante tácticas como perder peso, simular enfermedades mentales, autolesionarse o tatuarse de forma excesiva. Aunque las políticas militares han suavizado algunas restricciones sobre los tatuajes, otras tácticas extremas, como las utilizadas por este hombre, siguen siendo objeto de críticas y vigilancia.
El servicio militar obligatorio también ha generado debates sobre género en el país. Mientras que las mujeres están exentas de la obligación, su participación en las fuerzas armadas es voluntaria, representando solo el 3.6% del personal, según el Ministerio de Defensa. Esta disparidad ha generado indignación entre algunos hombres jóvenes, quienes sienten que el reclutamiento obligatorio los pone en desventaja en un competitivo mercado laboral. De hecho, una encuesta realizada en 2018 mostró que el 72% de los hombres surcoreanos de veintitantos años consideraban que el servicio militar representaba una forma de discriminación de género, mientras que el 65% opinaba que las mujeres también deberían ser reclutadas.
A pesar de estas controversias, en 2018, el Tribunal Constitucional dictaminó que el gobierno debía ofrecer alternativas civiles para aquellos que se niegan a realizar el servicio militar por razones religiosas o políticas. No obstante, el debate sobre la equidad del sistema continúa siendo un tema de discusión en Corea del Sur.