Ante la pandemia, decidió impulsar un negocio propio que le ha dado más satisfacciones que estar en el mercado laboral formal.
6 de cada 10 profesionistas en México, realizan trabajos freelance o en un negocio propio, de acuerdo con datos del Termómetro Laboral elaborado por OCC Mundial.
Muchos de ellos han encontrado en esta manera de trabajo muchas más oportunidades para desarrollarse e impulsar negocios independientes como forma de vida, durante esta pandemia.
Tal es el caso de Hilda Sam, una mujer de 38 años que con una licenciatura en Economía y una maestría en Dirección Internacional, decidió retomar un negocio respaldado por una empresa internacional de venta directa, en el sector de cosméticos.
“Hace 16 años me gradué de la licenciatura y hace 8 de la maestría. He trabajado en empresas de todos tamaños, internacionales y familiares, de 5 millones de empleados en todo el mundo y de 10 empleados en una consultoría pequeña. Empecé como analista, consiguiendo información para alimentar la base de datos de la compañía y he sido Coordinador de Modelo Comercial, Gerente General, Gerente de un área como Compras o Planeación Financiera, he sido consultor de ONGs, y trabajado con los 3 niveles de gobierno e IP”.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, este negocio le ha dado a Hilda, la oportunidad de desarrollar su capacidad profesional y personal al permitirle sustentar sus gastos y los de sus dos hijos; e incluso aspirar a posicionarse en altos puestos.
“Reinicié este negocio hace unos meses, estoy volviendo a comenzar pero espero a final del año, poder ser directora“, afirma.
Además de esta manera ha tenido la oportunidad de formar una red de mujeres independientes y de la mano con ellas, crecer aun más que en el mercado laboral formal.
“Siempre hay alguien que piensa que necesita aplastarte para sobresalir y eso no es así, desafortunadamente las empresas no tienen un buen sistema para regular cuando un jefe se apropia de tu trabajo o cuando por ir en contra de un empleado o un proyecto mienten descaradamente, o cuando se interponen para sacar provecho personal de su posición.
Y es que aunque los negocios propios requieren esfuerzo y dedicación, en México son “la puerta” que se abre para mujeres profesionistas que buscan crecer pero a la vez, ejercer plenamente su maternidad.
“Hace unos años a mi hija le dio Influenza tipo A, ella tenía 1.5 años y 2 meses antes convulsionó por fiebre… pedí permiso para trabajar desde casa durante una semana por que no podía llevarla a la escuela y no tengo nadie más que pueda cuidarla. Fue un desastre, mi jefe se enojó, no me lo dijo pero fue a pedir a RH que tomaran ese tiempo como vacaciones porque no existía el concepto “trabajo remoto”.
Ahora con la pandemia, la verdad estoy muy tranquila de pensar que si mis hijos no vuelven hasta marzo a la escuela, yo puedo estar con ellos mientras toman clases en línea y yo trabajo. Mis hijos pasaron de ir 12 horas a la escuela a estar 24 horas conmigo, y eso no tiene precio“.
Flexibilidad en el horario, ayudar a los demás y trabajar en equipo, son los principales beneficios que Hilda asegura que ha encontrado al emprender este negocio independiente y demostrar que aun en época de crisis se puede encontrar una manera de crecer.
“Aquí yo puedo tener un problema un día, como tener que cuidar a un familiar en el hospital y puedo trabajar desde ahí, porque hay un equipo que he construido que me respalda, que están perfectamente capacitado para tomar mi lugar, porque contrario a cualquier otro trabajo, mi objetivo es que todas las personas de mi equipo sepan que si quieren pueden estar en donde estoy yo, en el mismo lugar con el mismo “puesto”.
Aquí no hay solo un Director General, aquí puede haber 100 o mil Directoras Nacionales y mil más después es mérito de cada una y no les quitan a las que ya estaban”, comenta tras reconocer que en un negocio independiente los resultados son proporcionales al esfuerzo que cada quien hace.
Así, mas allá de los problemas que hay que enfrentar, Hilda demuestra que en esta época la mejor forma de salir adelante es pensar en una solución.
Este negocio revivió por necesidad, el COVID y el encierro no permitieron que los demás proyectos fructificaran, así que me “mudé” a este, que francamente es muy conveniente, no hay que inventar el hilo negro, hay que innovar, sí, pero con el respaldo de una compañía que lleva 25 años en México y otros tantos en Estados Unidos.
Creo que es lo mejor de ambos mundos, eres tu propio jefe pero tienes beneficios de empresas internacionales.
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AFG