Los expertos señalaron que la pérdida de empleos y la caída del PIB le pegaron de diversas formas al consumo
Los productos que una tienda minorista o un supermercado venden bajo su propia marca se convirtieron en una de las principales opciones para los consumidores mexicanos, debido a que muchos hogares se vieron obligados a ‘apretarse el cinturón’ por la contingencia sanitaria del COVID-19.
Yanira Reyes, analista de mercados de Nielsen, señaló a medios nacionales que la pérdida de empleos y la caída del PIB le pegaron de diversas formas al consumo, por lo que los compradores tuvieron que redistribuir sus gastos.
“Desde 2020 observamos como la demanda de productos con marca propia como la sal, atún, papel de baño, cereales, azúcar, entre otros, mostraron crecimientos históricos y es entendible, ya que suelen ser entre 30 y 40 por ciento más baratos que las versiones con marca”, explicó.
De esta forma, los productos de marcas propias crecieron el doble durante 2020. Resaltó que hace siete años los consumidores pensaban que al comprar este tipo de productos se sacrificaba calidad por precio, aunque a partir de la pandemia la percepción cambió, ya que las marcas propias ofrecen una variedad de portafolios que hasta incluyen productos ‘gourmet’.
Pero este no fue el único cambio que se observó en los patrones de consumo, ya que también se observó una migración hacia productos básicos (evitando los premium), además de que los famosos ‘gustitos’ se han tenido que quedar fuera del carrito.
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Para la especialista de Nielsen habrá tres tendencias que continuarán definiendo las decisiones de los consumidores en 2021.
La primera de ellas será, sin duda, los productos vinculados fortalecer la salud, sobre todo los que estén orientados a lo orgánico o lo natural y los que incluyan menores cantidades de sodio, azúcar o agentes dañinos.
Los productos vitamínicos también ganaron terreno en 2020 y lo seguirán haciendo, por lo que los fabricantes tienen una gran oportunidad para crecer en este mercado.
Como segundo punto destacó la influencia que tendrá el etiquetado de alimentos en los consumidores, ya que de acuerdo con un estudio preliminar de Nielsen, se prevé una caída importante en productos con sellos que estén dirigidos a niños.
“Es sin duda un gran tema que estará sobre la mesa en la industria del consumo durante 2021 y los próximos años, quizá en febrero ya tengamos los primeros indicadores de su impacto”, apuntó.
El comercio digital seguirá creciendo en el país, por lo que los fabricantes y vendedores deberán mejorar sus procesos, además de actuar con rapidez y agilidad, ya que los consumidores quieren todo ‘al instante’, la pandemia les enseñó que ya no es necesario esperar dos o tres días por un producto, “Hay mucho camino por recorrer en este tema”, añadió.
Con información de Héctor Usula
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