Mientras Europa tiene su segunda ola de COVID-19, nosotros vemos la ola de frente sin entender que es el peor momento para bajar la guardia
Seguramente muchos de ustedes ya están hasta el gorro del tema del coronavirus COVID-19. Si estoy en lo cierto, tienen toda la razón al experimentar este sentimiento. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor del 50 % de la población en el mundo está experimentando algo llamado “fatiga pandémica”.
Una acción que está reemplazando al miedo del inicio de la pandemia por una peligrosa fatiga que nos está llevando a bajar la guardia. Conforme pasan las semanas, hemos visto que las precauciones que pensábamos serían cosa de días, se han convertido en nuestra cotidianidad. Al menos en el sector responsable de la sociedad, pues nunca falta a quien le ha valido el virus desde el primer día.
Este hartazgo pandémico está llevando a muchos a arriesgarse a los peligros del CoVid por el deseo de tener su vida de regreso. O ante la necesidad de no poder seguir guardados por una economía que debe ponerse a trabajar. Pero, no de la forma en que estábamos acostumbrados, pues las consecuencias parecen ser peores.
En estos últimos días hemos visto como Europa pasa por su segunda ola de contagio. En algunos países con escenarios igual o peores que la primera vez. Hospitales desbordados, colapsos en distintos sectores y más muertes. Ante gobiernos que en algunos casos han tenido que recurrir a los toques de queda para minimizar el mal.
¿Qué es la fatiga pandémica?
— imagenzea (@imagenZea) October 20, 2020
Estamos ante uno de los momentos cruciales para evitar un bloqueo total por #Covid19, una carrera de resistencia en donde las medidas sanitarias y el sentido común son igual de importantes#AbreLosOjos @FranciscoZea @ElOpinadorTV por @ImagenTVMex pic.twitter.com/GKDooIB1z4
Mientras tanto. Nosotros seguimos viendo la ola de frente -por segunda ocasión- sin que nos quede claro que este es el peor momento para bajar la guardia. Ante una enfermedad que no se tentará el corazón si nosotros le damos la espalda.
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Entonces, ¿qué hacer? ¿seguir guardados? No creo que nuestra economía lo soporte. Pero tampoco huyendo al trabajo en equipo. Hay que extremar medidas de higiene y de barrera en todo momento. Salir o hacer actividades realmente muy necesarias. Pues un rato de ocio hoy, podría convertirse en meses de encierro mañana. O un bloqueo total para todos, con lo que eso conlleva.
Además, recordemos que mientras nosotros debatimos entre la fatiga y el hartazgo, justo en este momento. Hay un grupo de médicos, enfermeras y personal de salud que no han descansado ni bajado la guardia desde el primer día. Y que al menos como un gesto de unidad, por ellos, deberíamos estar haciendo lo que a nosotros nos toca.
¿Cuántas veces nos agarrarán con los dedos en la puerta? ¿Seguiremos remojado nuestras barbas, mientras vemos al vecino? O nos caerá el veinte que esto es una carrera de resistencia. Y que si trabajamos juntos podríamos salir fortalecidos para este y otros retos, que nos queden por delante.
IPR
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