
Guillermo Rodríguez Gaxiola fue identificado por sus tatuajes; parte de su cuerpo estaba envuelto en plástico.
El cuerpo sin vida de Guillermo Rodríguez Gaxiola, dueño de la clínica de adicciones atacada por un grupo armado, donde murieron 9 personas, fue hallado al sur de Culiacán.
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El hallazgo se reportó cerca de la media noche, por una brecha de terracería, a pocos metros del Libramiento Estatal Benito Juárez.
De acuerdo a las autoridades, parte de su cuerpo estaba cubierto con plástico, pero lograron identificarlo por los tatuajes en su cuerpo, los cuales estaban señalados en una ficha de búsqueda.
Guillermo fue privado de la libertad en el transcurso de la madrugada, luego de que hombres armados lo sacaran por la fuerza de su domicilio en Portalegre, en presencia de su familia, minutos después de atacar su centro de rehabilitación para adictos.
Luego del primer ataque, donde murieron estas 9 personas y otras 5 resultaron heridas, se reportó el ingreso de hombres armados a otras dos clínicas administradas por Guillermo, quien era representante de la asociación Un Movimiento para Sinaloa sin Adicciones, integrada por 27 centros de rehabilitación.
La jornada de violencia concluyó con 14 víctimas, entre ellas una persona abatida por elementos de la Guardia Nacional, la localización de una mujer al norte de la ciudad, y restos calcinados por integrantes de un colectivo de búsqueda.
“Pelón, te pusieron”
Un sobreviviente de la masacre en el centro de rehabilitación Shaddai, en que murieron nueve personas, contó su versión.
De acuerdo con el sobreviviente, el ataque fue dirigido contra una de las personas internas en el lugar, al que llamaron “El Pelón”.
“A ti, Pelón, te pusieron”, contó el sobreviviente, que también sufre de calvicie.
Bendito Dios, estoy vivo
“Mataron a mi alrededor a cuatro y me salvé, bendito Dios”, dijo la persona que vio la masacre en el centro de rehabilitación Shaddai, en Culiacán.
El sobreviviente continuó su relato y subrayó que su agradecimiento era porque “yo estoy pelón y al señor que mataron también estaba pelón y era de 56 años y yo soy de 58”, precisó.
“Al Pelón se le oía el gorgoreo de la sangre en los pulmones, espantoso, espantoso, es lo9 más horrible que he visto en mi vida”.
Vio a dos atacantes
La persona aseguró que él vio a dos de los integrantes del comando muy cerca, pero otros le aseguraron que eran cuatro.
“El director llegó y dijo: ‘somos gente de Dios’ y en eso empezaron los balazos”.
A lo que agregó: “Luego no sé cuánto habrá pasado de tiempo, que se fueron y ya nos paramos espantadísimos y en shock todos”.
Así contó lo vivido en la masacre
El sobreviviente dijo que por la madrugada escuchó ruido inusual en el centro de rehabilitación Shaddai. “Yo creí que algún compañero se había puesto mal y estaba tratando” de salir
“Había roto las ventanas aquí abajo… Cuando me incorporo empiezo a oír: ‘son los guachos, son los guachos’, que yo como gente de teatro no sé lo que quiera decir eso”.
Imaginé que había gente
“Me imaginé que teníamos gente adentro”, relató el sobreviviente.
“Nos subieron, nos bajaron y cuando dijo, ‘a ti pelón, te pusieron’. Yo estoy pelón, pero tenía a mi lado a otro en el suelo y yo me puse junto a él y al lado había un muchachito que murió”.
Interno por el alcohol
Para el sobreviviente fue la peor pesadilla en su vida. “Fue espantoso”.
“Fue espantoso y ya ahorita me voy al DF (Ciudad de México) y a Dios”.
Y dijo que no regresa “ni por el sushi ni por las mujeres”.