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El hallazgo de dos turistas canadienses muertos y una mujer en estado crítico en un condominio de Mazatlán deja más preguntas que respuestas sobre la seguridad de los visitantes extranjeros en México.
La indiferencia de las autoridades ante estos casos, sumada a la falta de información clara, genera incertidumbre y refuerza la imagen de un destino turístico donde la violencia y la impunidad conviven con la arena y el mar.
El macabro descubrimiento ocurrió en un departamento del fraccionamiento Sábalo Country, cuando vecinos reportaron la inusual ausencia de la pareja. Al ingresar, las autoridades encontraron los cuerpos en avanzado estado de descomposición: Gregorie “N”, de 60 años, y Kevin “N”, de 51, en habitaciones separadas y sin huellas visibles de violencia. En otra habitación, Linda “N”, de 68 años, fue hallada con severos problemas de salud y trasladada de urgencia a un hospital.
Silencio oficial y falta de respuestas
El mutismo de las autoridades sobre las causas de las muertes solo agrava el desconcierto. ¿Envenenamiento? ¿Homicidio encubierto? ¿Falla médica? Nada se sabe con certeza, y la opacidad oficial se suma a la lista de preocupaciones para turistas extranjeros que visitan destinos mexicanos.
Este no es un caso aislado. En múltiples ocasiones, la prensa ha documentado muertes de turistas bajo circunstancias misteriosas en México. Sin embargo, el patrón es el mismo: nula transparencia, investigaciones lentas y respuestas ambiguas.
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Mazatlán, entre el turismo y la violencia
Mientras las autoridades presumen la seguridad del puerto, hechos como este evidencian una realidad preocupante. La presencia del crimen organizado, la falta de vigilancia y la descoordinación gubernamental convierten a Mazatlán en un destino de contrastes: un paraíso con riesgos latentes.
El caso de los turistas canadienses debería encender las alarmas y exigir respuestas claras. No basta con cerrar la puerta y esperar que el tiempo haga olvidar la tragedia. La pregunta sigue en el aire: ¿cuántas muertes más serán necesarias para que las autoridades actúen con seriedad?
Por Gildo Garza