Más de 60 por ciento de los habitantes del municipio de Juchitán viven entre aguas negras, pues no funciona la planta de tratamiento de aguas residuales
Colonos de Juchitan, Oaxaca, viven entre aguas negras pues el drenaje sanitario en la Séptima Sección de la ciudad, que tiene más de 30 años, colapsó por falta de rehabilitación.
Además de este incidente, aun persisten las secuelas del terremoto de magnitud 8.2 que sacudió Juchitán en septiembre de 2017 y dañó más de 15 mil viviendas.
Los pobladores han señalado que lidian con un problema de salud pública, pues la planta de tratamiento de aguas residuales no funciona desde hace casi dos años.
Residentes de esta sección mencionan preocupados que temen por su salud, una joven de la zona comentó: “A mi abuelo y mi abuela los mató esta agua sucia. Continuamente tenían diarrea y vómito; inclusive llegaron a padecer tifoidea. Para sobrevivir compramos agua de garrafón; sin embargo, controlar a los niños es difícil: ellos juegan en los charcos”, dijo Rosaura.
Las familias exigen al ayuntamiento que encabeza el alcalde Emilio Montero Pérez, del partido Morena, resolver cuanto antes el problema. Agregan que anteriores administraciones se dedicaron sólo a abrir y cerrar calles en lugar de reparar la red sanitaria.
“Aquí el agua estancada y el olor insoportable tienen más de ocho años, pero nadie nos atiende. Así comemos y dormimos”, dijeron vecinos de la Séptima Sección de Juchitán.
En esta zona, la planta de tratamiento de aguas residuales está averiada y no se cuenta con un depósito de desechos sólidos que sirva de relleno sanitario. La basura se expone a cielo abierto, dijo Tomás Chiñas Santiago, gestor social, quien sostuvo que el problema afecta a más de 90 mil habitantes de Juchitán.
“En Juchitán no funciona la planta de tratamiento de aguas negras, más bien en todo el Istmo (de Tehuantepec), de las nueve que existen, ninguna funciona, lamentablemente vemos que esta agua sucia está siendo arrojada al río en tubos grandes, tenemos fotografías y videos, se lo hemos reportado al gobierno, a la Comisión Nacional del Agua, (Conagua) y a la propia autoridad de Juchitán, pero no hacen nada, el drenaje es un servicio básico que no se está garantizando, al contrario, el manto freático se está contaminando”, explicó Chiñas Santiago.
En el Callejón de los Pescadores, en la Séptima Sección, viven más de 20 menores de edad, quienes padecen de manera recurrente enfermedades gastrointestinales y de la piel. Una clínica que se instaló para atender a esta comunidad tuvo que ser reubicada por los altos niveles de contaminación.
Las aguas negras también afectan a los más de 200 estudiantes de la escuela secundaria técnica 103, quienes pasan por zonas anegadas de agua contaminada.
El presidente municipal Montero Pérez explicó que una de sus propuestas es invertir 120 millones de pesos. Detalló que usaría 60 millones de pesos para rehabilitar la planta de tratamiento de aguas residuales, que dejó de funcionar hace un par de años, y con los otros 60 millones construir otra en el sur de la ciudad.
“Lo primero es tratar las aguas negras. El drenaje de Juchitán colapsó. Hay 34 puntos críticos en la ciudad. Pretendo recurrir a los diputados federales y con respaldo de fundaciones invertir 150 millones de pesos. Con 80 millones de pesos se repararían esos 34 puntos y con 70 millones se construiría un colector de norte a sur”, agregó.
El funcionario puntualizó que año y medio después del terremoto de septiembre de 2017 es prioritario reparar la infraestructura hidráulica, las viviendas dañadas, reactivar la economía, rehabilitar espacios públicos y educativos y recuperar empleos, así como reducir 50 por ciento los salarios de los integrantes del cabildo y de sus colaboradores cercanos.
Con información de Excélsior
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