“No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”
Greta Thunberg, una joven sueca de 16 años quien desde hace un año lidera un movimiento juvenil en Europa que tiene que ver con el planeta y el cambio climático. La chica dejó atrás todo lo que a una niña de su edad podría llamarle la atención, para tratar de hacer un cambio en la conciencia de las personas en todo el mundo.
Esto comenzó cuando Greta dejó de ir al colegio un día a la semana para protestar contra el gobierno (o los gobiernos) por su accionar contra el calentamiento global.
Esta semana, después de atravesar Europa en tren y dormir en una carpa en medio de la gélida ciudad suiza de Davos, Thunberg habló frente a los líderes del mundo que se reúnen cada año en el marco del Foro Económico Mundial.
” Nuestra casa está en llamas. Estoy acá para decirles que nuestro hogar está ardiendo”, leyó Thunberg.
Miles de estudiantes marcharon la semana pasada en Berlín, siguiendo el ejemplo de Greta, esto para exigir más medidas para evitar el calentamiento global.
Por otra parte, esa misma semana, en Bruselas, alrededor de 12 mil adolescentes se movilizaron en Bruselas, donde se encuentra la sede de la Unión Europea, para exigir lo mismo.
Muchos se preguntan de dónde salió el empeño de la joven por exigir un mundo más verde y sustentable. Antes del 20 de agosto de 2018, Greta Thunberg era una niña de 15 años que asistía al colegio, como la mayoría de adolescentes en su país, en la ciudad de Estocolmo.
Sin embargo, Suecia tuvo el año pasado un verano bastante problemático: una ola de calor afectó a gran parte del país nórdico, lo que originó cerca de 50 incendios forestales que arrasaron con 20.000 hectáreas. Para la joven ese panorama fue demasiado.
El 20 de agosto, en vez de ir al colegio como era costumbre, se paró delante del P arlamento sueco y anunció que no iba a regresar hasta que la escucharan.
“Estoy protestando sobre el cambio climático, porque a nadie parece importarle lo que está ocurriendo. Nadie parece estar haciendo algo”, dijo Thunberg
“Sé que mis padres quieren que vuelva al colegio, pero también entienden lo que estoy haciendo aquí “, añadió.
Tras las elecciones generales suecas del 9 de septiembre, Thunberg volvió a las aulas pero solo cuatro días a la semana. Todos los viernes se salta sus clases y continúa con su protesta.
Su empeño atrajo la atención global. Miles de organizaciones ambientales respaldaron su llamado y ha sido invitada a hablar en eventos como la Cumbre sobre Cambio Climático (COP24), que se realizó en Polonia en diciembre pasado.
Según medios como The Guardian y The New York Times , la idea de no asistir a clases los viernes para protestar y concientizar sobre el problema del cambio climático impulsada por Thunbergse ha replicado en cerca de 270 ciudades alrededor del mundo.
“Nunca pensé que esto se iba a convertir en algo tan grande. Ahora está en los cinco continentes. Es increíble”
Thunberg quiere darse conocer por sus acciones. Por ejemplo, no viaja en avión y llamó la atención de los ejecutivos que se trasladaron a Suiza en sus jets privados.
” Creo que es un poco de hipocresía viajar en jet privados a un lugar donde van a hablar sobre la crisis del clima. Los escucho decir “Esto nos importa mucho”, pero no es así”, explicó durante una entrevista.
“Algunas personas, algunas empresas, saben exactamente qué valores intransferibles han sacrificado para continuar produciendo cantidades inimaginables de dinero. Y creo que muchos de ustedes pertenecen a ese grupo”, dijo.
Por ahora, el deseo de la joven sueca es continuar con su huelga de faltar al colegio los viernes para protestar en el parlamento de su país, hasta que Suecia esté en línea con el Acuerdo de París sobre cambio climático.
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