Olázabal demostró toda su clase con un soberbio golpe que dejó la bola a menos de un metro del agujero después de rebotar hasta en seis ocasiones en el agua
Es tradición en Augusta que los jugadores hagan un alto en sus sesiones en el hoyo 16, un corto par 3 de unos 155 metros cruzado del tee al green por un enorme lago. Ahí, los jugadores se acercan al lago y prueban su destreza al intentar cruzar la bola rebotando en el agua hasta el green, un juego conocido tradicionalmente en España como cabrilla, y cuyo nombre técnico es “epostracismo”.
Watch José María Olazábal almost hole out skipping across the pond on No. 16. #themasters pic.twitter.com/mupNxED05t
— Masters Tournament (@TheMasters) 2 de abril de 2018
Contenido relacionado
Aficionado detecta error milimétrico y hace perder a golfista la final del torneo