La gestión de riesgos y prevención de desastres debe profesionalizarse y evitar politizarla, pues hay vidas humanas de por medio
En el marco de la sesión plenaria “Ciudades Resilientes: una adaptación positiva, una ventaja competitiva”, dentro del Foro ARISE, se dejó en claro que en un mundo en el que más de cincuenta por ciento de los territorios están urbanizados, llegando al 80 por ciento en américa latina, es más urgente que nunca implementar las gestión de riesgos, para así asegurar que tanto las empresas y naciones sean competitivas, garantizando que las poblaciones tengan lo necesario para ser sostenibles.
Sobre esto, Allan Lavell, catedrático de FLACSO, explicó que la gestión de riesgos y adaptación al cambio climático resulta en ciudades resilientes, entendiendo esto como el conjunto de una correcta gestión, adaptación y prevención ante los desastres.
En este escenario, ¿qué desafíos hay para conseguir ciudades resilientes? Primero, reconocer que las ciudades del sur no son las ciudades del norte, tomando en cuenta que la resiliencia surgió en las primeras, que fueron construidas ordenadamente, contra a las segundas en las que hay distintos factores de riesgo, como el uso de suelo, exclusión socio espacial y un crecimiento desordenado; lo que obliga a entender los procesos urbanos para así poder proyectar el riesgo urbano
También tenemos que pensar que las ciudades del futuro, son las ciudades del presente, al pensar en donde deben estar los estamentos. Para saber si será necesario hacer una gestión correctiva, para corregir los errores históricos, una gestión preventiva, gestión reactiva o gestión compensatoria.
Por su parte, Benjamín Laniado, director general de CADENA, hizo un recuento de todo lo que han aprendido a lo largo de los años en las distintas intervenciones que han hecho en distintas partes del mundo, poniendo de ejemplo el caso de Haití con el terremoto de enero de 2010, en el que los miles de muertos se hubieran podido haber evitado con sistemas de alertamiento y una cultura de gestión de riesgos.
Al hablar de lo que vivieron en Turquía, el mensaje fue que no podemos mezclar la agenda política con la gestión de riesgos, pues se está hablando de vidas humanas en riesgo. En cuanto a Filipinas, señaló que es de vital importancia que los mensajes de Protección Civil, es preponderante que las autoridades sepan comunicar con eficiencia, de forma clara y directa para que la población entienda el riesgo al que está expuesta en caso de un desastre natural.
Mientras que en el caso México tras los sismos de 2017, si bien la respuesta de la gente que salió a las calles para ayudar, señaló que se dejó en claro la importancia de saber ayudar para así poder conseguir más.
T. Luke Young, habló de los beneficios de implementar políticas en materia de gestión de riesgos y la diferencia entre ser reactivo y proactivo. Lo que implica realizar un análisis de daños y riesgos, un análisis normativo, terminando en la validación de datos y poder identificar la susceptibilidad de una región o ciudad, ya sea a inundaciones, amenaza volcánica o amenazas sísmicas.
Al tomar la palabra Gilberto Alcaraz, de Comex Por un México bien hecho, puso el ojo en la relevancia de restituir el tejido social mediante la intervención de los espacios públicos, como estrategia de prevención de desastres, trabajando en cuatro ejes: La regeneración de la cohesión y el tejido social, la promoción de la igualdad de género, la conciencia y el cuidado al medio ambiente y la dignificación del espacio público. Esto alineada con el objetivo de Desarrollo Sostenible.
Ejemplificando con una intervención realizada en una zona marginada de Morelia, señaló que la reducción de riesgo es igual a desarrollo sostenible y accesible, siendo una tarea de toda la comunidad, a fin de generar un sentido de pertenencia, para así empoderar a las sociedades.
Finalmente, poniendo de manifiesto que resiliencia es la habilidad de cualquier sistema urbano de continuar después de impactos de catástrofe mientras contribuye positivamente a la adaptación y la transformación, señaló que sea lo que sea que signifique resiliencia, hay que ponerla en práctica.
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