Édgar Iván Lazcano, el dueño de la funeraria Funerales Lazcano, asegura que tanto los pobladores de las comunidades, como las autoridades, no permiten el paso de las carrozas fúnebres
Las funerarias de la Ciudad de México comienzan a presentar dificultades para el manejo de los fallecidos por Covid-19.
Los propietarios de las funerarias dan testimonio de las dificultades que se han presentado al manejar restos humanos durante la pandemia.
Édgar Iván Lazcano, el dueño de la funeraria Funerales Lazcano, asegura que tanto los pobladores de las comunidades, como las autoridades, no permiten el paso de las carrozas fúnebres.
Peor aún, Lazcano cuenta que ha sido testigo de pobladores que impiden enterrar a los difuntos. Éste último caso le ocurrió hace unos días en un municipio del Estado de México.
“Las autoridades leyeron el acta de defunción en la que se daba cuenta que murió por covid-19, lo tuvimos que desenterrar y traerlo a un panteón de Iztapalapa”, refiere.
Entre otros problemas, Lazcano reconoce que el número de servicios para cremación crece cada día. De acuerdo con él, la cifra más alta que ha alcanzado ha sido de siete en 24 horas.
“Nosotros damos servicio a diferentes empresas, tan solo esta semana en un día llevamos siete cuerpos a cremar, todos con covid-19”, asegura
Otro testimonio es el Ramón Porras, propietario de Funerales Juárez, en la Gustavo A. Madero. Éste detalla que en los últimos 15 días ha atendido “aproximadamente 20 servicios, todos por esa infección viral”.
De hecho, Porras asegura que, debido a la “saturación” el servicio de cremaciones, “el gobierno de la Ciudad de México ha facilitado dos hornos para cremar las 24 horas del día”.
El propietario avisa que salubridad lo ha instado a cremar todos los cuerpos con Covid-19, “pues por el riesgo sanitario, es lo más recomendable cremarlo”, dice Ramón.
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CAB