Uno de los puntos que se tocaron en el Parlamento Abierto fue el tema de la supuesta “militarización”, escapando de la discusión el carácter civil de la Guardia Nacional garantizado porque el comandante supremo es un civil electo
Durante la semana anterior, en el Senado de la República se llevó a cabo un ejercicio de Parlamento Abierto para debatir sobre la conveniencia y constitucionalidad de la Guardia Nacional. La idea de este ejercicio era que hubiera un amplio proceso de discusión, en el que se incluyera la participación de la sociedad en general, de organizaciones especializadas en el tema y de especialistas para hacer un análisis exhaustivo del proyecto de la Guardia Nacional, mismo que ayer fue avalado en comisiones.
Desde el sexenio de Fox, en el que se decidió cambiar la estrategia para combatir al crimen organizado de manera frontal, las Fuerzas Armadas se han dedicado al combate a la delincuencia y lo han hecho de una manera exitosa, aunque sin una legislación que les brinde la certeza jurídica que requieren. En un principio se argumentó que era una medida temporal en tanto se lograba la profesionalización de las policías, sin embargo, han pasado los años y las fuerzas civiles de seguridad están tan poco capacitadas para cumplir su tarea de combatir el delito, como desde un inicio.
Las policías civiles tienen un déficit de capacitación, disciplina y profesionalismo (en general, aunque hay muy pocas y honrosas excepciones) y en muchos casos, sus integrantes están controlados por la delincuencia, se mueven por el interés personal y la corrupción, NO por el deber al servicio público. En contraparte, están nuestras Fuerzas Armadas, que —de acuerdo con la Encuesta de Seguridad Pública (ENSU)—, son los cuerpos de seguridad que la gente más identifica (85.5%), en los que la gente más confía (85.4%) y que tienen un desempeño efectivo (83.8%).
Tal como la propone el presidente López Obrador, la Guardia Nacional es una fuerza intermedia de seguridad que realiza funciones de seguridad, pero se recargan en las Fuerzas Armadas. Vale la pena mencionar que México no es el único país —ni es el primero— donde las Fuerzas Armadas asumen roles policiacos. De acuerdo con un documento sobre la Guardia Nacional, elaborado por el Senado de la República, actualmente 47 naciones en el mundo disponen de una fuerza de seguridad intermedia como la que actualmente se propone.
No hay un modelo único en el mundo para este tipo de fuerzas de seguridad, las hay adscritas a los ministerios del interior, como la gendarmería francesa y los carabineros chilenos; o al ministerio de defensa, como los carabineros italianos; o con una dependencia mixta, como la Guardia Civil española. Lo que sí es una característica de este tipo de fuerzas de seguridad intermedias es que se construyen en el marco de emergencias nacionales de seguridad, tal como actualmente se encuentra el país.
Uno de los puntos que se tocaron en el Parlamento Abierto fue el tema de la supuesta “militarización”, pero se escapa de la discusión que el carácter civil de la Guardia Nacional está garantizado por el hecho de que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas es un civil electo en una votación democrática. Además, si algo han mostrado nuestras Fuerzas Armadas ha sido siempre el valor de la lealtad, que han enarbolado por 106 años, desde Madero a la fecha, con López Obrador.
Por último, vale la pena aclarar que los que conformarán este cuerpo de seguridad no serán los soldados en el estricto sentido del término, sino policías militares y navales, en conjunto con la Policía Federal. A todos se les dará formación académica y práctica en procedimientos policiales, derecho penal, perspectiva de género y derechos humanos. La idea es que los elementos que integren la Guardia Nacional estén suficientemente capacitados para cumplir su labor, que estoy convencido, cumplirán a cabalidad.
DATA
Ayer se conmemoró el 106 aniversario del Ejército Mexicano, una institución caracterizada por la eficiencia de su desempeño y por la lealtad de sus integrantes, por lo que desde esta tribuna va un gran reconocimiento a la heroica labor que soldados de tierra y aire desempeñan todos los días.
Por Arturo Ávila Anaya*
*Presidente IBN/B Analitycs y experto en Seguridad Nacional.
Contenido relacionado
Piden aprobar Guardia Nacional exactamente como se entregó la iniciativa