![](https://www.pacozea.com/wp-content/uploads/2025/02/Captura-de-pantalla-2025-02-05-215338.jpg)
Recientemente se dio a conocer la noticia de un grupo de personas que fueron estafadas mediante un sistema de cundinas para procedimientos estéticos y tratamientos médicos, después de que los organizadores de este esquema desaparecieran.
Hasta el momento, aproximadamente 200 personas han declarado ser víctimas de la estafa, y residen en Hermosillo, Agua Prieta, Nogales, Ciudad Obregón y Estados Unidos.
En una entrevista con Marcelo Beyliss para el noticiero ‘Expreso 24/7’, Iris Pérez, una de las víctimas del supuesto fraude, explicó que la empresa encargada de los financiamientos llevaba 8 años en el sector, y que los organizadores estaban registrados y operaban legalmente. “Como ya había muchas pacientes a las que sí les cumplieron, que sí las operaron, pues nosotros también confiamos en ellos”, comentó. Además, mencionó que contaban con una casa de recuperación donde los pacientes recibían cuidados posoperatorios.
La afectada identificó a Fátima Zuset ‘N’ como la dueña y fundadora de la empresa, y a Omar ‘N’ como el encargado de atraer clientes y cobrador: “se hacía pasar como nuestro amigo y todo”. Ambos eran los principales responsables de la empresa, aunque contaban con un extenso grupo de vendedoras.
La empresa ofrecía un catálogo de servicios que, además de cirugías estéticas, incluía procedimientos como fecundación in vitro, partos en hospitales privados, cirugías bariátricas, implantes capilares y reconstrucción de senos. Según el testimonio de Pérez, los médicos que realizaban estas operaciones también son víctimas.
El fraude fue descubierto cuando una paciente, ya canalizada en el quirófano y lista para ser operada, fue informada por el personal médico de que no se había recibido el pago, por lo que tuvo que ser retirada de la sala de operaciones. “Nunca llegó el pago, y ahí fue cuando nos dimos cuenta de que todo ya se había echado a perder”, relató.
El 21 de febrero, Iris Pérez iba a someterse a una lipoescultura en Hermosillo, para la cual entregó 200 mil pesos. Sin embargo, el doctor que iba a realizarle la operación se puso en contacto con ella, le informó sobre el fraude y se desvinculó, aclarando que “él solo prestaba el servicio, no tenía nada que ver con las finanzas”.
El financiamiento que ella eligió era un sistema de cundina, en el cual, según explicó, si una persona deja de pagar la cantidad acordada, se “embarga” el dinero invertido y se ofrece a un tercero pagar la misma suma para recibir el doble de dinero. “Esta cundina se le ofrecía a alguien que pudiera pagar el resto en un solo pago. Por ejemplo, una persona daba 75 mil pesos, quien aportaba otros 75 mil en un solo pago se quedaba con los 150 mil, y el primero ya no tenía derecho a nada”, detalló.
Los participantes en la cundina también tenían la opción de solicitar el dinero en efectivo, no solo para cirugía. En este caso, una víctima perdió 800 mil pesos con la promesa de que recibiría 3 millones.
Iris Pérez señaló que, hace 15 días, les informaron que el monto total del fraude ascendía a 20 millones de pesos.
El daño causado a las víctimas no solo ha sido económico, sino también emocional. “Nos afectó mucho emocionalmente, en nuestros trabajos también. Hay pacientes con depresión debido a esto”. Iris relató el caso de una mujer que, tras haber padecido cáncer de mama, dio todos sus ahorros con la esperanza de reconstruirse los senos, pero quedó a medias: “la estafaron. Está en depresión y en tratamiento con un psiquiatra”, aseguró.
“Mi experiencia y lo que aprendí de esto es que lo hagan directamente con el médico, no porque sea financiamiento significa que sea seguro. Si van a pagar o hacerse un procedimiento, vayan directamente con el doctor y hagan los pagos a él mismo”, recomendó.