El iceberg más grande del mundo es una gigantesca plataforma de hielo que mide 80 km de largo y abarca una superficie de 3,360 kilómetros cuadrados.
Un fragmento “significativo”, casi del tamaño de París, se desprendió del mayor iceberg del mundo en la Antártida, un evento sin precedentes que está siendo monitoreado por satélites, según informó un grupo de científicos.
El iceberg más grande del mundo es una vasta plataforma de hielo que mide 80 km de largo y cubre una superficie de 3,360 kilómetros cuadrados. Este bloque se separó de la Antártida en 1986.
Tras permanecer durante décadas en su ubicación, el iceberg comenzó a desplazarse lentamente desde diciembre hacia las islas Georgias del Sur, más al norte, siendo arrastrado por poderosas corrientes oceánicas.
Hasta ahora, este gigante de hielo, conocido como A23a, ha permanecido prácticamente intacto.
Sin embargo, imágenes tomadas este viernes por un satélite europeo, analizadas por la AFP y confirmadas por dos científicos, muestran que se desprendió una porción de aproximadamente 19 km de largo y 6 km de ancho en su parte más ancha.
El fragmento, que según las mediciones satelitales tiene casi 79 km², ahora se encuentra a la deriva en las aguas heladas.
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Soledad Tiranti, glacióloga que se encuentra en este momento a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar de la Marina argentina, también confirmó a la AFP que un trozo se había “desprendido”.
Según Meijers, los icebergs tienen fracturas profundas y, aunque este espécimen monumental se ha encogido con el tiempo y anteriormente perdió un trozo mucho más pequeño, había “resistido bien”. “Es una señal de que estas grietas comienzan a romperse”, consideró.
En el pasado, otros icebergs gigantes se derrumbaron “relativamente rápido, en el espacio de varias semanas”, una vez que comenzaron a perder grandes trozos.
No obstante, los expertos estiman “difícil” decir si esta fragmentación es la prueba de un cambio mucho mayor en curso
Según él, es poco probable que la trayectoria de A23 hacia Georgias del Sur, una zona de alimentación crucial para las especies de focas y pingüinos, cambie debido a la pérdida de este fragmento.
Pero una fragmentación adicional reduciría “la amenaza para la fauna”, ya que los animales podrían maniobrar más fácilmente en el océano entre bloques de hielo más pequeños para encontrar comida, añadió el oceanógrafo.