Ford aceptó pagar casi 300 millones de dólares a los propietarios de vehículos afectados por los airbags defectuosos del proveedor japonés Takata, asociados con alrededor de 20 muertes en todo el mundo
La compañía automovilística Ford aceptó pagar 299.1 millones de dólares para resolver las demandas presentadas por los propietarios de unos 6 millones de vehículos por los defectos de los airbags del fabricante japonés Takata.
El acuerdo judicial, presentado el lunes ante un tribunal de Miami, Florida, está sujeto aún a la aprobación de la corte.
En la demanda, los propietarios afectados sostienen que el valor de sus vehículos disminuyó porque Ford usó los airbags de Takata, que han causado la muerte de al menos 20 personas y centenares de heridos debido a su explosión en el momento de inflarse.
El escándalo de los airbags de Takata, que ha provocado la quiebra de la compañía, se inició en 2008 cuando varios fabricantes de automóviles empezaron a hacer llamadas a revisión para reparar los airbags que explotaban en el momento de su activación.
Los airbags habían sido producidos por Takata en México utilizando nitrato de amonio en los infladores. Pero ese gas se hace inestable con el paso del tiempo y en condiciones de elevada humedad y temperatura, lo que origina la explosión de los infladores al activarse el airbag.
Según el acuerdo alcanzado por Ford, los propietarios podrán acceder a un reembolso máximo de 500 dólares por gastos documentados y obtener automóviles de alquiler mientras se reparan los suyos.
El acuerdo se alcanzó tras varias semanas de negociaciones y no resuelve las reclamaciones de daños personales ni materiales.
“La seguridad es nuestra prioridad. Seguimos centrados en trabajar con nuestros clientes para conseguir reparar sus vehículos”, aseguró el fabricante.
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