Existen proyectos musicales que surgen desde la profundidad de la urbe y El Fausto es una de ellas, reflejo de nuestra ciudad y que actualmente promocionan su primer disco homónimo con un intenso rock.
En entrevista para PacoZea.com, Enrique Ramírez, bajista de El Fausto, nos comenta que su agrupación mantiene el compromiso social sobre los problemas que acontecen en el país.
“Tenemos el compromiso del hombre en su época, en nuestro caso fue una inspiración de los sucesos de lo personal y levantar la mano de la realidad del abuso del poder”, explica el músico.
El Fausto se integra por Aldo Ramírez (batería), José Miguel Osorio (voz), Raúl Angulo (teclados) y Enrique Ramírez (bajo), quienes en este momento cuentan con su primer disco de corte homónimo y tema conceptual.
Enrique detalla que en la discografía se aborda la lucha entre el bien y el mal, la influencia directa de la novela de Goethe, que evidencia las situaciones actuales de lo que sucede en la sociedad mexicana y el mundo, con tres sencillos: Uno más, Gato y Dulces formas, de bases bluseras y rock melódico además de lirica contestataria.
“Luchamos constantemente entre el bien y el mal, tratamos de tener un pacto metafísico, que va más profundo, de la necesidad de tener un atajo en nuestras vidas, mas no sé si sea bueno o malo”, apunta Enrique Ramírez.
Cabe destacar que El Fausto ha tenido un año de múltiples presentaciones en foros representativos de la capital tales como: El Imperial, Caradura, CCE, Pasagüero, Bizarro, Foro 246, Foro Alicia, Bajo Circuito, Faro de oriente, distintas estaciones del metro y la UNAM, solo por mencionar algunos.
El bajista adelanta que estarán en el Teatro Fru Fru como invitados especiales de la memorable banda de rock La Barranca, ello en show especial el próximo 20 de mayo.
Asimismo añade que El Fausto se mira como una banda con miras al futuro, manteniendo su estilo y carácter contestatario, desde delatar los abusos del gobierno, de situaciones complejas como Ayotzinapa o circunstancias citadinas que pueden afectar a cualquier persona en esta nación.
“Hay que darnos cuenta que hay que levantar la voz, desde luego nos gusta ser observadores y críticos, el proselitismo en nuestro caso es musical, más allá de atacar vemos que las soluciones dependen de nosotros”, concluye.