La anulación de tres conciertos de Taylor Swift en Viena por una amenaza terrorista desactivada provocó que los fans se congregaran en las calles de la ciudad.
Tras la cancelación de los conciertos de Taylor Swift en Viena, debido a un ataque terrorista planificado en la ciudad, que llevó al arresto de dos adolescentes locales, los fans se reunieron en las calles.
La cancelación impactó no solo a la familia Hovington, sino a miles de seguidores de la cantante que habían viajado a Viena para ver uno de los últimos shows de la gira.
La noticia de la cancelación tuvo un gran impacto en los fans, quienes no solo perdieron la oportunidad de ver a Taylor Swift en vivo, sino también enfrentaron la pérdida de los recursos invertidos en pasajes y alojamiento.
Entre los seguidores, las lágrimas y la desilusión fueron comunes, ya que muchos habían viajado desde distintas partes del mundo con la esperanza de disfrutar del espectáculo.
A pesar de la cancelación, los swifties mostraron una notable resiliencia. Las calles de Viena se transformaron en un punto de encuentro improvisado para quienes habían viajado a la ciudad con la esperanza de asistir al concierto.
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Lo que al principio parecía un ambiente de tristeza y decepción se convirtió en una vigilia colectiva, donde los seguidores de Taylor Swift hallaron consuelo en la música y en la compañía de otros fans.
A través de redes sociales, se documentaron diversas manifestaciones de solidaridad entre los Swifties. Uno de los puntos de encuentro fue la calle Corneliusgasse en Viena, que atrajo a los fans por su similitud con Cornelia Street, una canción del álbum Lover de Taylor Swift, lanzado en 2019.
En ese lugar, las multitudes se congregaron para cantar Cruel Summer como una forma irónica de enfrentar la situación. En un momento de esperanza en medio de la adversidad, una pareja aprovechó la ocasión para comprometerse mientras todos cantaban Love Story, creando un recuerdo especial en medio de la incertidumbre.
La comunidad local también mostró un apoyo significativo. Varias iglesias y negocios de Viena se unieron para respaldar a los fans de Taylor Swift. Por ejemplo, un cartel en la entrada de una iglesia invitaba a los Swifties a entrar y cantar para ayudar a mitigar su tristeza. Este gesto se convirtió en un símbolo de la solidaridad que la ciudad ofreció a los visitantes que llegaron para el concierto.
Los dibujos con tiza en las aceras fuera del estadio donde se iba a llevar a cabo el concierto también reflejaron el espíritu de los fans. Mensajes como “A la mierda el patriarcado (y los terroristas)” y “Esta es la razón por la que no podemos tener cosas bonitas” capturaron tanto la frustración como la determinación de los seguidores de Swift, quienes, a pesar de todo, se mantuvieron unidos y firmes en su devoción por la artista.