Tras sobrevivir a esta amarga experiencia, la familia Olivas Ávila no pretende regresar al Paso, ni a ninguna ciudad de los Estados Unidos por el momento
A transcurrido casi una semana desde el tiroteo en El Paso Texas y la familia Olivas Ávila, intenta regresar a su vida normal después de lograr sobrevivir a la pesadilla en la que 22 personas perdieron la vida.
Ariana Ávila, madre de la familia originaria del municipio de Gómez Palacio, Durango, se encontraba en compañía de sus hijos y su esposo cuando la masacre comenzó.
La madre describe que lo primero que hicieron ella y su esposo fue tirarse al suelo y cubrir con sus cuerpos a sus tres hijos y se pusieron a rezar.
“Agarramos a mis hijos, y nos tiramos en el piso, luego nos pusimos en conchita, acomodamos a nuestros hijos abajo, así cubriéndonos de los estruendos”, expresó.
Ese día la familia se dirigía al complejo comercial a comprar una silla de ruedas para su hijo Ángel, el cual sufre de espalda bífida, además de los útiles escolares.
“Empezamos a escuchar los estruendos, primero lejos, la gente empezó a gritar mucho y ya los estruendos estaban más cerca”.
Ariana narra el que atacante paso a escasos metros de ellos pero lograron evadir la muerte debido a que milagrosamente no les disparó.
“Vimos que el atacante pasa a unos metros de nosotros, o sea porqué él iba disparando sin descansar a todo el mundo, entonces volteó a vernos, pero no nos disparó, el siguió su camino”, expresó aún incrédula.
Por su parte, Josué Olivas Portillo, esposo de Ariana, narra que al momento en que el agresor se alejó de ellos, inmediatamente se levantaron del suelo y salieron corriendo por una de las puertas de salida de emergencia mientras los disparos no cesaban.
Añadió que en esos momentos sintió una desesperación enorme al no poder hacer nada y solo poder observar sin saber si esos serán los últimos momentos de tu vida.
Alexa Olivas, la hija mayor del matrimonio narra que durante el tiroteo rezó con fe para librarse de tan trágica situación.
“Yo fui la primera en tirarme al suelo, porqué tenía mucho miedo, entonces ya entonces cuando mi papá nos dijo, pónganse a rezar, yo rece así a mi virgencita de Guadalupe a mi dios que por favor nos libraría de esta situación así tan fea”, expresó la menor.
Luego de sobrevivir a esta amarga experiencia, la familia Lagunera no pretende regresar al Paso, ni a ninguna ciudad de los Estados Unidos por el momento, ya que pasará mucho tiempo para borrar de su memoria dicha masacre de odio contra los mexicanos.
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