La familia ayuda a cientos de personas hambrientas en este barrio y otras zonas pobres de Nueva York.
El aroma de chuletas de cerdo, jalapeños y nopales a la brasa llena la cocina de este restaurante del sur del Bronx. Detrás de la puerta, en un cartel rojo, se lee: “no deportaciones”.
Los platillos oaxaqueños que se preparan aquí no son sólo para los clientes del local, sino también para los cientos de personas hambrientas en este barrio y otras zonas pobres de Nueva York.
El pequeño restaurante, llamado La Morada, se convirtió en comedor de beneficencia durante la pandemia y en la actualidad produce unas 650 comidas al día que se reparten a desempleados, neoyorquinos que viven sin gas y no pueden cocinar, ancianos o discapacitados.
Los dueños mexicanos del restaurante, que también son activistas a favor de migrantes que, al igual que ellos, carecen de documentos en Estados Unidos, describen la labor de dar de comer a estadounidenses y migrantes pobres como gratificante.
Es un trabajo que hacen junto con otros grupos y organizaciones que les donan alimentos y fondos y que distribuyen la comida.
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Natalia Méndez cocina en La Morada, un galardonado restaurante mexicano del que es copropietaria con su familia en el sur del Bronx, el miércoles 28 de octubre de 2020 en Nueva York. Después de recuperarse de los síntomas de COVID-19, la familia recaudó fondos para reabrir el restaurante, que también convirtió en un comedor de beneficencia que sirve 650 comidas diarias.
Al inicio de la pandemia, la familia entera de Saavedra presentó síntomas de COVID-19 y La Morada cerró durante un mes.
Solicitaron préstamos federales como el Economic Injury Disaster Loan pero todos fueron rechazados debido a su estatus migratorio, dijo Saavedra.
Un portavoz de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa (SBA por sus siglas en inglés) dijo a The Associated Press que los solicitantes de préstamos deben ser ciudadanos estadounidenses o extranjeros “calificados”, lo que incluye a residentes permanentes, entre otras categorías.
Antes de la pandemia, La Morada también era un pequeño centro de intercambio de libros. Imágenes de protestas y de inmigrantes con carteles, pidiendo que paren las deportaciones de miembros de sus familias, decoran las paredes del local, que están pintadas de morado.
Estados Unidos ha superado los 10 millones de casos de COVID-19, convirtiéndose en la nación con el mayor número de infecciones. Nueva York, que hace meses se convirtió en el epicentro de la pandemia, vuelve a sufrir ahora infecciones en aumento. Según un informe del contralor de la ciudad, la pandemia podría resultar en el cierre permanente de casi 12 mil bares y restaurantes en Nueva York y, por lo tanto, la pérdida de unos 159 mil empleos en un periodo de seis meses a un año.
La comida comunitaria de La Morada funciona de martes a viernes. Los lunes Méndez y sus ayudantes preparan y limpian el ajo, la cebolla, los tomates, la lechuga y otros ingredientes para tenerlos listo para cocinar.
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AFG