
La famlia caminaba sobre las calles de Nueva York la tarde del sábado; no se reportaron lesionados ni daños materiales significativos más allá del árbol caído
Una familia vivió un dramático episodio en Nueva York después de que un viejo y enorme árbol cayera repentinamente sobre la calle en el barrio de Bensonhurst, al sur de Brooklyn, pocos segundos después de que los miembros de esta familia pasaran por ahí.
El suceso ocurrió el sábado (1 de marzo) pasado en horas de la tarde, cuando Ben Kerstein, su esposa Shelly, y un familiar caminaban tranquilamente por una calle del vecindario de Bensonhurst. Mientras paseaban, los tres notaron un árbol que, según recordaron más tarde, parecía notablemente viejo y en mal estado. Shelly Kerstein relató con asombro cómo, apenas instantes antes del incidente, ella comentó sobre el aspecto del árbol.
“Oh, mira ese árbol. Parece que tiene mil años”, expresó Shelly.
Sin embargo, no le dieron mayor importancia y continuaron su caminata. Pero segundos después, el enorme árbol, que parecía sólido a pesar de su antigüedad, se derrumbó justo detrás de ellos, cayendo estrepitosamente sobre la acera que acababan de abandonar. Las imágenes captadas por cámaras de vigilancia muestran cómo Shelly, Ben y su acompañante escapan milagrosamente ilesos.
Te puede interesar: ¡Por poco! Con una mano, mujer evita que niño caiga al vacío #VIDEO
“La primera reacción fue shock”, contó Ben Kerstein a la televisión local. Sin embargo, pronto tuvo otra reflexión sobre lo ocurrido. “Somos judíos y eso fue sin duda D-os. No hay duda, nos puso allí por una razón, para que eso sucediera justo ante nuestros ojos y nos salvara por una razón también. Hashem nos salvó. Entonces, todo lo que pudimos hacer fue bailar y agradecer a D-os por salvarnos”
El episodio, que ocurrió aproximadamente a las 16:00 horas de ese sábado —durante el Shabbat—, no tardó en volverse viral en redes sociales debido a lo impactante de la grabación, que muestra cómo el enorme árbol se convierte en escombros sobre la vía pública. Por otro lado, el departamento de parques de la ciudad negó tener responsabilidad sobre el árbol, asegurando que no pertenecía a su jurisdicción. No se reportaron lesionados ni daños materiales significativos más allá del propio árbol caído, que fue retirado poco después.
Vecinos del barrio expresaron preocupación sobre otros árboles en similares condiciones y pidieron a las autoridades locales revisar el estado de estas estructuras naturales que podrían representar un peligro para los peatones en áreas públicas.
“No puedo imaginar lo que hubiera ocurrido si hubiésemos tardado solo unos segundos más”, añadió Shelly, quien afirmó sentirse afortunada pese al gran susto.