La joven también confesó que lo que hizo por este señor fue en honor a sus abuelos Blas y Angelita, que ya fallecieron
Hace una semana se hizo viral la publicación de Benita Dearz, quien relató que su familia le brindó un hogar a un abuelito que vivía en situación de calle.
De acuerdo a la publicación de esta joven, la tarde del pasado martes 8 de junio, luego de cumplir con sus responsabilidades laborales, Benita circulaba de regreso a casa por la calzada Cuauhtémoc, cuando observó a Don Felipe caminando bajo el incesante sol de Torreón.
El hombre sólo traía una bolsa con botellas de plástico, por lo que decidió ofrecerse en llevarlo hasta donde vivía. Cuando Don Felipe subió al carro le dijo que se estaba quedando en una plaza pública, debajo de una palma muy grande.
Benita confesó que le sorprendía el hecho de que una persona de su edad estuviera viviendo en la calle. En el trayecto el abuelito le contó que tenía 108 años, que había tenido 3 esposas y 11 hijos.
Cuando por fin llegaron al Bosque Venustiano de Torreón, ella le ofreció 100 pesos a Don Felipe, quien se mostró sumamente feliz y agradecido.
Al llegar a casa, esta joven sentía que podía haber ayudado más, por lo que platicó con sus primos y horas más tarde volvió a postear una foto del abuelito, acompañada del texto “adivinen por quien regrese y cenará con nosotros”.
Una vez en casa, la familia lo recibió con mucho aprecio, lo bañaron, le dieron una muda de ropa, pero sobre todo, le dieron la oportunidad de vivir en un hogar.
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Al día de hoy, Benita y su familia se han ganado el reconocimiento de internautas, ya que la conmovedora historia no sólo se ha distribuido por redes sociales, sino por diferentes medios de comunicación.
La joven también confesó que lo que hizo por este señor fue en honor a sus abuelos Blas y Angelita, que ya fallecieron.
En los últimos días, también ha pedido donativos para Don Felipe y al mismo tiempo ha agradecido los mensajes y todas las muestras de apoyo que se le ha dado a su familia.
Actualmente Don Felipe se encuentra en un albergue, recibe atención médica, alimentos, bebidas y convive con más adultos mayores.
No obstante, la aportación de esta joven y su familia no terminó, pues le han dado un seguimiento al caso de este abuelito; lo van a visitar y le llevan todo lo que va necesitando, como si fueran sus nietos.
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CAB