El artista murió el mismo día que se inaugura su exposición en Bellas Artes, donde ahora recibirá su homenaje
El escultor Federico Silva, icono del arte contemporáneo de México, murió a los 99 años de edad.
La noticia fue dada a conocer por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, que anunció un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes.
Se tenía previsto que Federico Silva inaugurara este miércoles su exposición ‘Lucha y Fraternidad, el triunfo de la Rebeldía’ en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Dicha muestra estará abierta al público hasta marzo de 2023, antes de viajar al Museo de Arte de Tlaxcala.
Aunque estudió veterinaria y derecho Federico Silva se consagró como un artista autodidacta hasta conocer a David Alfaro Siqueiros y convertirse en su ayudante.
Gracias a dicha relación coincidió con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y el escritor José Revueltas.
Federico Silva nació el 16 de septiembre de 1923 en la Ciudad de México. De manera autodidacta, se inició muy joven en las artes plásticas, colaboró con el muralista David Alfaro Siqueiros en algunas obras públicas. Uno de los primeros trabajos en que los colaboró con Siqueiros, fue el mural Nueva Democracia, que se encuentra en el Palacio de Bellas Artes.
Su relación con Siqueiros lo llevó hacia otros artistas tales con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y el escritor José Revueltas, todos ellos influyeron considerablemente en su formación artística.
A partir de 1950, empezó a pintar murales, primero en el edificio del Instituto de Capacitación de la Secretaria de Educación Pública y después en el Instituto Politécnico Nacional, el mural titulado la Técnica al Servicio del País. E
n 1962 presentó una exposición en la Universidad Obrera, en la que reúne la obra de ocho años de trabajo de carácter crítico-político. Después de esto, pasó a la escultura y el arte cinético, campos en los que experimentó y realizó objetos “solares” con prismas, lentes de fresnel, espejos, imanes, rayos láser y diferentes cuerpos suspendidos en el espacio.
Fue un innovador de la técnica y de la forma generando influencias y cambios en el arte de México.
A partir de 1985 estableció su taller en Amaxac de Guerrero, Tlaxcala, transformando la exfábrica de hilo “La Estrella” en una verdadera factoría de obras de arte, utilizando los más variados materiales de la región proporcionando una renovada presencia de la escultura en el arte mexicano.
En 1995, recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que es la distinción más importante que el Gobierno de México otorga a sus artistas. Su trabajo lo realizó en madera, aluminio, acero, cemento, fierro y piedra.
Su labor como investigador de la Coordinación de Humanidades de la UNAM a lo largo de más de veinte años, lo llevó a profundizar ideológicamente sobre el sentido del arte y el artista en la sociedad.
El 18 de septiembre de 2003 le rindieron homenaje abriendo las puertas del primer Museo de Escultura Contemporánea en México, siendo así el más importante de su tipo en América Latina.
En agosto del 2010, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí le otorgó el doctorado Honoris Causa. La UNAM, con motivo del 100 aniversario, le otorgó en septiembre del 2010 el doctorado Honoris Causa.
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CAB