En redes sociales, una mujer extranjera expresó su frustración porque las protestas contra la violencia de género le impiden disfrutar libremente de pasear por las calles del centro de la Ciudad de México.
La Ciudad de México es un enclave caótico donde millones de personas se desplazan diariamente, ya sea por motivos laborales, de ocio o educativos. No obstante, es también una metrópolis cosmopolita, rica en cultura, que atrae a turistas tanto nacionales como internacionales.
Siendo la capital del país, la Ciudad de México es el escenario de diversas luchas políticas y sociales en busca de visibilidad y justicia. Por consiguiente, es común encontrarse con manifestaciones y protestas de varios grupos y colectivos, incluso aunque estas movilizaciones puedan llegar a paralizar la ciudad. La mayoría de los habitantes suelen lidiar con estas situaciones.
Sin embargo, en redes sociales, una mujer extranjera expresó su descontento debido a que las protestas contra la violencia de género no le permitían disfrutar plenamente de su experiencia turística por las calles del centro de la Ciudad de México. Esto generó molestia entre cientos de internautas.
La mujer, de origen francés y residente en Coacalco, Estado de México, publicó un video en su cuenta de TikTok, @vivi_voyage_88, mostrando su descontento al no poder acceder al Palacio de Bellas Artes. Esto se debía a que el lugar estaba cercado con vallas metálicas instaladas por las autoridades de la Ciudad de México, con el fin de evitar que algunas manifestantes pintaran las paredes de ese recinto.
La mujer también compartió imágenes desde el centro de una manifestación, donde se ve a varias participantes con pancartas y vociferando consignas contra la violencia de género. Ella expresó su oposición a que las mujeres “dañen” la ciudad al pintar paredes y monumentos.
Además, resaltó que este tipo de protestas dan una imagen “salvaje” a los turistas, descuidando así la lucha social de millones de mujeres en México.
La extranjera también expresó su queja sobre la colocación de vallas de madera en las fachadas de algunos comercios del Centro Histórico. Opinó que esta medida da a la ciudad una apariencia rígida o de prisión.
Es natural que cientos de usuarios en línea se indignaran ante los comentarios de la mujer francesa, ya que consideraron que la violencia de género es un tema muy delicado para la sociedad mexicana. De inmediato, criticaron la percepción de esta mujer, proveniente de un país considerado de primer mundo.