En compañia de familiares y amigos, los padres de la menor fallecida por una bala perdida en Guanajuato encabezaron el recorrido al edificio de la Fiscalía regional para exigir justicia por la muerte de Ximena.
En medio de consternación y aclamos de justicia, familiares, amigos y compañeros de escuela despidieron a Ximena, otra de las víctimas colaterales que perdió la vida por una bala pérdida mientras se encontraba cenando con sus padres en San Miguel de Allende, Guanajuato.
El pasado lunes, Magdalena Huerta Vázquez y José Luis Morales, padres de la menor, encabezaron el recorrido en compañía de familiares y amigos hasta el edificio de la Fiscalía regional con la intención de reunirse con el personal de la dependencia para saber cómo va la investigación en relación a la muerte de su hija.
La mayoría de los asistentes portaba ropa blanca, mientras que las amigas y familiares de Xime, como solían llamarla, portaban camisetas con su fotografía y la leyenda “No más víctimas” en forma de protesta para exigir justicia.
“Si queremos que las autoridades nos den la certeza de que no va a ser un caso más, que no se va a quedar en el olvido” expresó la hermana de la víctima.
Los sueños de la menor fueron arrebatados la madrugada del domingo a manos de un grupo armado cuando se encontraba cenando en una taquería en compañía de sus padres. Minutos después un grupo de hombres arribó al lugar y armó fuego contra los presentes.
En el acto, dos personas más resultaron abatidas, Magdalena fue lesionada en la muñeca y su otra hija de 14 años recibió cuatro disparos en las piernas.
Después acudir a la Fiscalía, el cortejo fúnebre se dirigió al Panteón de Jardines Nueva Vida, donde Ximena fue sepultada.
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