
En febrero, Evo Morales renunció al Movimiento al Socialismo, partido que lideró por 26 años y que hoy está en manos de una cúpula afín al presidente Luis Arce
El expresidente boliviano Evo Morales liderará un nuevo partido político: Evo Pueblo, el cual conformó junto a indígenas y campesinos que apoyan su candidatura para las elecciones presidenciales del 17 de agosto, pese a que se encuentra inhabilitado por la justicia.
La agrupación de izquierda deberá seguir un largo proceso para obtener su reconocimiento legal, por lo que el líder aimara ya había anunciado que postulará con Frente para la Victoria, un pequeño partido sin representación parlamentaria.
El exmandatario, de 65 años, lanzó este lunes su nuevo partido en el marco de una reunión de campesinos y obreros que se congregaron los últimos tres días en Villa Tunari, su fortín político en el departamento de Cochabamba, centro del país.
Aprobación de la sigla y ruptura con el MAS
Se “propuso aprobar la sigla ‘EVO PUEBLO’ como identificación oficial del movimiento, la misma que fue aprobada por mayoría”, dijo Morales en redes sociales.
En febrero renunció al Movimiento al Socialismo, partido que lideró durante 26 años y que hoy está en manos de una cúpula afín al presidente Luis Arce, su exministro y hoy adversario.
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Entre otros requisitos, Evo Pueblo deberá registrar un mínimo de 109 mil 500 militantes, el 1.5 % del padrón electoral.
Obstáculos legales y disputa por la candidatura
El tribunal constitucional resolvió hace más de un año que ningún boliviano puede ejercer más de dos mandatos presidenciales. El fallo restringe las aspiraciones de Morales, quien gobernó en tres ocasiones consecutivas entre 2006 y 2019.
El líder cocalero, sin embargo, insiste en su postulación y asegura que “no hay plan B”.
“Vamos a ganar las elecciones nacionales, por eso nos tienen tanto miedo”, dijo al cierre del evento el líder izquierdista, mientras era vitoreado por cientos de sus seguidores.
Propuestas iniciales y conflicto con Arce
Aunque todavía no ha definido su plan de gobierno, adelantó algunas propuestas, como una jubilación universal y el fortalecimiento del seguro público de salud.
Morales mantiene una áspera disputa con el presidente Arce, a quien acusa de buscar proscribirlo de la carrera electoral.
“Veo disminuido a Evo Morales y veo que está yendo a chocarse contra un muro”, sostiene Daniel Valverde, profesor de ciencia política de la Universidad Gabriel René Moreno.
Acusaciones legales y reacción de sus seguidores
Además de la prohibición para ser candidato, Morales tiene orden de captura por un caso relacionado con el presunto abuso de una menor cuando era mandatario.
Los partidarios de Morales acordaron este lunes desplegar una “gran movilización” para presionar a las autoridades electorales cuando su líder presente su candidatura. Tiene plazo hasta mediados de mayo.
“En Bolivia todo puede pasar”, dice la politóloga Ana Lucía Velasco. “Yo no lo daría 100 % como inhabilitado (…), tal vez hay alguna carta de negociación que tenga”, agrega.
Perspectivas políticas y escenario nacional
Tanto Valverde como Velasco estiman que Morales intentará desestabilizar el país si su candidatura es rechazada, pero difícilmente gozará de la convocatoria de antes.
“Si bien creo que va a intentar agitar el avispero y generar convulsión, yo estoy empezando a dudar de qué tan fuerte va a poder ser”, dice Velasco.
No obstante, según la politóloga, el clima de descontento popular por la crisis económica de Bolivia puede llevar a la población a un escenario “muy volátil”, donde oscile del rechazo al apoyo.
Fragmentación política y contexto legal
La conformación del nuevo partido Evo Pueblo se produce en un contexto de fragmentación dentro del bloque de izquierda en Bolivia, marcado por el distanciamiento entre Evo Morales y el presidente Luis Arce.
Este nuevo movimiento deberá cumplir con los requisitos establecidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), entre ellos el registro de al menos 109,560 militantes, cifra equivalente al 1.5 % del padrón electoral nacional, que actualmente supera los 7.3 millones de inscritos, según datos del TSE actualizados a 2024.
El anuncio de Morales se da en paralelo a un creciente debate jurídico y político sobre su habilitación electoral. Aunque el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) estableció en diciembre de 2023 que la reelección indefinida no es un derecho humano —en línea con una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos—, Morales sostiene que dicha restricción es parte de una “persecución política”.
Investigaciones, encuestas y situación económica
Además, Evo Morales enfrenta una orden de aprehensión vigente desde 2023 por un caso de presunto abuso sexual, aunque sus seguidores denuncian que se trata de una estrategia judicial para neutralizar su figura política. La Fiscalía no ha emitido nuevos informes públicos sobre avances en ese proceso.
El escenario electoral se vuelve aún más incierto ante la debilidad organizativa de partidos opositores y el desgaste del oficialismo. Según encuestas de CiesMori publicadas en marzo de 2024, Morales conserva una base de apoyo entre el 15 % y 20 % del electorado, aunque su rechazo supera el 50 %, especialmente en áreas urbanas.
Finalmente, la crisis económica, marcada por una caída en las reservas internacionales (que pasaron de más de 15 mil millones de dólares en 2014 a menos de 1,800 millones en 2024, según datos del Banco Central de Bolivia), alimenta un clima de incertidumbre que podría influir en la dinámica electoral, favoreciendo opciones disruptivas o de corte populista.