Comer sin razón o sin verdadera sensación de hambre es una de las prácticas más comunes durante este aislamiento.
Una dieta debe ser rigurosa en su ejecución para que brinde los beneficios deseados. Lamentablemente, esto no es posible en presencia de fenómenos como el hambre emocional, que se ha intensificado en esta época de aislamiento.
El hambre emocional es el estado en que comemos sin tener hambre real, consecuencia de un trastorno alimenticio relacionado con alteraciones anímicas y emocionales del paciente que inciden en su propensión al consumo.
En el hambre emocional, hay una importante necesidad de comer sin haber hambre físiológica, necesidad que es impulsiva e incontrolable.
El paciente no sabe cuál es el origen de su “hambre”, pero siente que debecomer para dejar de sentirse perturbado.
Algunas acciones que puedes tomar para acabar con el hambre emocional son:
- Consumir alimentos saciantes que te aporten la cantidad de fibra suficiente para sentirte completamente lleno.
- Reducir o prohibir del todo el consumo de azúcar te ayudará a acabar el hambre emocional porque el abuso de alimentos o bebidas azucaradas está muy vinculado con esto.
- Acudir con un terapeuta que te ayude a identificar y solucionar el problema que te genera dicha ansiedad
El hambre emocional puede tener graves consecuencias en tu estado de salud si no ajustas tus patrones de alimentación, algo que has de tener muy cuenta y no olvidar nunca. En caso de que se te haga muy difícil controlar los ataques de hambre emocional, puedes consultar a un especialista para mantener tu buena salud.
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AFG
